Medios de comunicación afectados e influenciadores del auge de la violencia, según estudios.
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Pablo Lemir, médico forense y Mirta Mendoza, directora de Salud Mental del Ministerio de Salud, señalan como la violencia es independiente a los trastornos mentales y como estos hechos afectan a la sociedad que se vuelve cada vez más agresiva.
Para la doctora Mendoza, vivimos una época donde cada vez más surge la intolerancia, se dan con mucho auge las conductas agresivas. “Si decimos que estamos enfermos, tenemos que pensar en quien o que nos enferma, hay una situación que nos está enfermando, tenemos que buscar cuáles son esas situaciones, porque es multicausal” afirma.
Sigue diciendo que para encontrar las soluciones, se deben analizar las situaciones. Al ser una problemática compleja necesariamente las soluciones tendrán sus complejidades. Mendoza aclaró que se debe separar una cosa de otra, “porque se puede dar una estigmatización sobre personas que tiene trastornos mentales, se puede hacer un falso paralelismo, de que el trastorno mental es igual a agresividad y eso no es así”.
Ahora, muchos de los que cometen hechos delincuenciales, son conscientes de lo que hacen y saben que está mal, “estos tienen otras dificultades que a pesar que saben lo siguen haciendo”.
Lemir, profundiza aún más estas situaciones y vuelve a recalcar que la enfermedad mental no es sinónimo violencia y que toda la violencia se origina por un problema mental, “esto no es así, por ahí no va la cosa”. Señaló que se trata de una “sociedad enferma” y es el término adecuado porque, “la violencia es una enfermedad social “donde ciertamente puede haber trastornos mentales, adicciones involucradas, varios factores.
Para abordarlo, se debe encarar desde distintos ámbitos, desde distintas instituciones involucradas y al ser de distintos ámbitos, la sociedad debe estar involucrada, la familia, las iglesias, la prensa, entre otras, expresó. “La prensa también debe involucrarse en como emite el mensaje” menciona Lemir y aclara que, “no es no hablar del tema, sino como hablo del tema para disminuir esa posibilidad de replicación y multiplicación de los hechos”.
Se debe mirar no solo desde el Ministerio de Salud sino desde otros organismos como el MEC y otras instituciones.
Violencia, factor cultural
La doctora Mendoza señaló que “es un factor cultural de comportamiento y eso no tiene que ver con una enfermedad sino como fuimos construidos o como nos educaron de una u otra manera, si a mí me enseñaron que no tengo que respetarle a la gente, entonces voy a ser un irrespetuoso, por decir un ejemplo”. Explicó que se debe trabajar desde hoy para que los efectos se tengan en 10, 15 o 20 años, sino nunca se verán.
Resaltó que el temor hace que seamos más violentos, porque con temor no se puede pensar, se responde de una manera agresiva.
Para Lemir, el tema pasa por los valores que se inculcan hoy a los hijos, ya que se está fallando y se “falla grave” en la educación a los hijos al no ponerse límites. Explicó que debe ahora “deconstruirse”, “desarmar” esta construcción realizada.
Medios comunicadores y afectados
El forense vocero del Ministerio Público, menciono que hoy los noticieros son programas policiales, por el contenido que se emite a diario.
Para la doctora Mendoza, además de ser transmisores, los periodistas también son víctimas de este replique de noticias violentas o en algunos casos catastróficos como lo ocurrido con Ycua Bolaños. Cito el caso de colegas que tuvieron taquicardias, incapacidad de conciliar el sueño, trastornos respiratorios por estar expuesto más de 24 horas en el lugar de los hechos. “Esto se llama estrés post traumáticos, incluso en personas que ni tenían parientes fallecidos”
Mendoza, recordó que las imágenes del Ycuá, del día del incendio y del siguiente, se replicaron como un mes y medio en todos los canales de televisión.
“Ni periodistas ni policías no dimensionan lo que ocasionan estos hechos en su salud mental. Si le afecta al periodista más a los televidentes, como niños y adolescentes”.
Política de Estado
Por su parte, Lemir señaló que se debería de enfrentar estos hechos dentro de una política de estado, que luche contra la violencia y busque la sanación del tejido social.
“Delineamientos y ejes estratégicos que deben ser transversales, para las instituciones del Estado y trascienden los gobiernos, un proyecto a largo plazo”.
Finalmente, la experta en temas de salud mental del Ministerio, menciono que estos temas se deben hablar, no en un ámbito sensacionalista, sino que incluso hasta en las familias se debe de instalar el debate.