Inspección médica antes de practicar deportes puede hacer la diferencia

Estudiantes, principalmente niños y adolescentes, deben ser sometidos a revisión médica antes de realizar deportes. Con la evaluación médica, se logra identificar la condición física de la persona y si está apto para la práctica deportiva. Un chequeo a tiempo puede prevenir la ocurrencia de muerte súbita.

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La inspección médica es importante en todas las etapas de la vida. A través de ella, se puede identificar factores de riesgo, o contar con un diagnóstico precoz respecto a problemas de salud, malformaciones, afecciones cardiacas, entre otros.

Ante ello, El Dr. José Ortellado, director del Programa de Prevención Cardiovascular, explica que, mediante las evaluaciones, se puede verificar si el niño está apto o no para realizar la actividad física o si la debe realizar bajo ciertas restricciones.

La evaluación incluye:

1- Cuestionario de ficha clínica, donde se pregunta sobre antecedentes de salud de los padres y familiares, por ejemplo: la ocurrencia de infarto, muerte súbita o muertes de algún familiar antes de 50 años.

2- Examen físico, realizado por el pediatra.

3- Estudio básico cardiovascular: el electrocardiograma informado por el especialista al inicio de las clases. 

4- Si el Pediatra solicita, el estudio de ecocardiograma.

A pesar de la difusión de las medidas de prevención, la muerte súbita sigue ocurriendo, ocasionalmente en deportistas. Según la investigación publicada en “The New England Journal of Medicine”, la incidencia de muerte súbita resultó de 6,8 por cada 100.000 atletas (1 en cada 14.700 años-persona), cuando se podía esperar 1 caso por cada 50.000, o, según la American Heart Association, 1 cada 200.000.

Teniendo en cuenta estos casos, el Programa Nacional de Prevención Cardiovascular realiza campañas de uso del DEA (Desfibrilador Eléctrico Automatizado) en los espacios o instituciones del alto riesgo, como en centros deportivos y de alta competencia, para prevenir la muerte súbita, no solo del deportista sino también de personas no competitivas.

La actividad física en la niñez y la adolescencia fomenta un estilo de vida saludable, determina un mejor desarrollo físico, previene las enfermedades relacionadas con el sedentarismo, y estimula la maduración psicomotriz y la motricidad fina, mejorando el rendimiento.

Atención

Si durante la práctica de actividad física el niño manifiesta algún malestar: falta de aire, cansancio fácil, molestias en el pecho, palpitaciones o desmayo, es indicio de que, definitivamente, el menor de edad no se encuentra bien; debe suspender la práctica y ser trasladado de inmediato al servicio de salud para recibir atención médica. La evaluación lo debe realizar un pediatra.

Es importante conocer que, por cada minuto que se pierde en recibir asistencia, se pierde 10% de vida. 

A tener en cuenta:

Los establecimientos de salud que disponen con estudios básicos cardiovasculares, como el Programa Nacional de Prevención Cardiovascular y el Centro de Especialidades de YPANE, dependiente del Programa, al igual que los hospitales regionales del país, son servicios que cuentan además con la especialidad de pediatría.