Cáncer, una de las enfermedades con mayor impacto psicológico

Es considerado una patología que puede desestabilizar estructuras familiares y profesionales.
Además de pérdidas a nivel personal, familiar, profesional, surgen alteraciones y disminución de la autonomía que hacen necesaria una atención integral.
Psico-oncólogos del INCAN recordaron su día con un análisis del “Impacto del diagnóstico del Cáncer en el individuo”, material escrito por una profesional del referido centro asistencial.


Ayer, en el Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) se llevó a cabo un análisis del impacto del diagnóstico de cáncer en el individuo, conmemorando de esta manera el Día del Psicólogo, cuyo aporte profesional es fundamental para la calidad de vida de las personas que luchan contra este mal, seguido de un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud.

El cáncer es una de las enfermedades con mayor impacto psicológico. Es una patología que suele desestabilizar estructuras familiares y profesionales y es lo que señala un artículo escrito por la Licenciada Raquel Molinas Pietrafesa, psico-oncóloga del INCAN, en su material “Impacto del Diagnóstico de Cáncer en el Individuo”.

Tras el diagnóstico de cáncer se pueden experimentar muchas pérdidas, a nivel personal, familiar, profesional, escolar, a nivel de roles y en donde se percibe alteraciones de la imagen corporal, además de la disminución de la autonomía, que hace necesaria una atención especializada e integrada, que ayude tanto al paciente como a los familiares a afrontar los problemas, y en casos más favorables, a aceptarlos.

Los efectos al transmitir el diagnóstico a un paciente con cáncer dependen de cómo y de cuando se emita.

El médico debe explicar al enfermo:

• El diagnóstico y las características del cáncer.

• Las características de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento, las razones por las que se aplican y los beneficios que comportan.

• Los medios para disminuir los efectos negativos: prótesis, posible caída del cabello, náuseas y vómitos, etc.

El tema de la comunicación va interferir de manera directa en la reacción del paciente al diagnostico.

La comunicación, como los tumores puede ser: benigna o maligna. También puede ser invasiva, y los efectos de una mala comunicación con el paciente pueden dar metástasis en la familia.

La verdad es uno de los agentes más poderosos que disponemos pero todavía necesitamos desarrollar una comprensión adecuada de su farmacología clínica y de la frecuencia y dosis óptimas para su uso.

Fase del diagnóstico

El diagnóstico se caracteriza por ser una fase de mucha incertidumbre. Tanto el paciente como la familia se encuentran en un estado de impacto psicológico intenso o choque. Se presentan diferentes emociones, como ira, negación, culpa, desesperación, etc.

Tampoco podemos dejar de lado los efectos que pueden desencadenar los distintos tratamientos oncológicos como: alteraciones en la imagen corporal, disfunciones sexuales, fobia a los aparatos o instrumentos que suministran los tratamientos, malestar físico, dolor, ansiedad, entre otros. Debido a estos y otros efectos, puede generarse una dificultad para adherirse al tratamiento, lo cual da como resultado el abandono del mismo.

Trastornos más comunes que aparecen posterior a un diagnóstico de cáncer: ansiedad, negación (conflicto entre el conocimiento del hecho y la creencia en él), tristeza, miedo, culpa.

Para la mayoría de los pacientes, la noticia de padecer cáncer es un impacto emocional y un suceso traumático.

Una enfermedad tan seria como ésta, en general, se acompaña de temor a la muerte, al abandono por parte de sus seres queridos,  a la desfiguración física, a las consecuencias del tratamiento, a no poder reconstruir su vida después de la enfermedad. 

La incertidumbre y el miedo están normalmente asociados al cáncer, por lo que a menudo no queda claro cuál es la distinción entre estos sentimientos normales ante la enfermedad y la aparición de un trastorno de ansiedad. 

La mayoría de las veces cuando un paciente se siente acompañado, informado por los profesionales que lo tratan, cuando puede tomar decisiones sobre su tratamiento, la ansiedad se controla. 

Como vemos, enfrentar un diagnostico de cáncer no es nada fácil para la persona ni para su entorno, se produce un desequilibrio emocional que conllevará a ciertas alteraciones psicológicas, por lo cual es necesario siempre el acompañamiento de un profesional psicólogo desde el momento del diagnóstico y durante todo el tratamiento para sobrellevar mejor la situación y comprender las etapas por las que irá pasando.