Aumentar el consumo de alimentos frescos y disminuir las frituras

Aconsejan profesionales de la salud.
Comer a diario 3 porciones de frutas y 2 de verduras.
La propuesta saludable fue dada en la marco de una charla dictada en el hospital de Villeta.



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Teniendo en cuenta las altas temperaturas que se experimenta en el país y tras la llegada de la estación primaveral, profesionales de salud del hospital distrital de Villeta aprovecharon para promover en pacientes y familiares a mantener una alimentación saludable con la ingesta de alimentos frescos como las frutas y verduras, que, además de mejorar la digestión, ayudan a soportar mejor el calor y brindan mayor saciedad.

Instaron a disminuir el consumo de sal y alimentos ricos en azúcar, las frituras y aquellos con alto contenido graso, ya que favorecen el desarrollo de patologías crónicas como la diabetes, hipertensión arterial, entre otras enfermedades.

La charla tuvo lugar en la sala de espera del referido nosocomio. Fue impartida a 35 usuarios, por parte de los licenciados, Lourdes Pereira, asistente social que se desempeña en el área de Adultos Mayores; Alicia González, nutricionista; y Hugo Antonio Torales, psicólogo de la Institución. 

A tener en cuenta:

Las frutas y verduras son los alimentos “estrella” en la alimentación diaria, expone, ya  que tienen un alto contenido de agua, vitaminas, minerales y fibra, están al alcance de todos y  son muy saludables para el cuerpo.

Es recomendable consumir al menos 3 frutas y 2 porciones de verduras por día, incluyendo por lo menos una vez al día verduras crudas en forma de ensaladas frescas.

Se aconseja realizar varias comidas en el día para no sobrecargar el trabajo digestivo. Evitar las comidas muy calientes y las que tienen alto contenido en grasa y sal. En este sentido, las frituras se deben dejar de lado debido a que suelen caer pesadas y su proceso de digestión es muy lento.

Mantenerse bien hidratado es muy importante en cualquier época del año, pero más aún en el verano, ya que debido al intenso calor, donde el riesgo de deshidratarse es mayor.

Hay que recordar que la sed se presenta cuando ya existe cierto grado de deshidratación por lo cual es indispensable anticiparse a la sensación de sed. Es recomendable ingerir no menos de 2 litros de agua durante el día.  También se pueden incluir jugos y licuados naturales de frutas o verduras y aguas saborizadas de manera natural para variar (agregar rodajas de frutas o verduras al agua. Ejemplo: pepino, naranja, limón, perejil, jengibre, otros). Evitar el consumo de gaseosas y jugos en caja azucarados.

Además de las frutas, verduras y líquidos, también deben formar parte de la alimentación diaria los cereales, las carnes magras, la leche, yogur y quesos frescos, siempre manteniéndolos en una temperatura óptima para evitar romper la cadena de frío.