La conjuntivitis es común y se propaga fácilmente. Dependiendo de la causa, a veces se necesita tratamiento médico.
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La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más
frecuentes y tratables en niños y adultos. Es la inflamación de la conjuntiva,
el tejido fino y transparente que cubre el interior del párpado y la parte blanca
del ojo. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da
al ojo un color rosado o rojizo.
Los síntomas de la conjuntivitis pueden variar dependiendo
de la causa pero, por lo general, incluyen lo siguiente:
• Enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o
del interior del párpado.
• Aumento en la cantidad de lágrimas.
• Secreción ocular que puede ser transparente, amarilla,
blanca o verde.
• Picazón, irritación o ardor en los ojos.
• Mayor sensibilidad a la luz.
• Sensación de tener arena en los ojos.
• Lagañas en los párpados o las pestañas.
La conjuntivitis causada por virus o bacterias es muy
contagiosa y se propaga fácil y rápidamente de persona a persona. La
conjuntivitis que es causada por alérgenos o sustancias irritantes no es
contagiosa, pero es posible que se produzca una infección secundaria por otros
virus o bacterias que sean contagiosos. Usted puede reducir el riesgo de
contraer o propagar la conjuntivitis si toma algunas medidas simples de cuidado
personal:
• Lávese las manos.
• Evite tocarse o frotarse los ojos.
• Evite compartir maquillaje, lentes de contacto y sus
estuches, y anteojos.