Se trata del Dr. Xavier Matías Guiu, catedrático y jefe de Servicio de Anatomía Patológica de dos hospitales en la madre patria: el Universitario de Bellvitge de Barcelona y el Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, en Cataluña.
Tras su recorrido por el departamento de Anatomía Patológica del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN), dependiente del Ministerio de Salud Pública, el profesional dialogó con patólogos nacionales del Instituto sobre posibles áreas de cooperación académica y científica.
La labor del español se concentra en investigación y diagnóstico del cáncer. “Mi área de interés es el cáncer ginecológico. En el cáncer de endometrio soy más activo como investigador y tengo muchas líneas de investigación; igualmente me concentro en el cáncer de ovario y el cáncer cuello uterino, que en Paraguay es frecuente pero en España mucho menos. El cáncer de la glándula tiroides también es foco de mi trabajo como patólogo”, explicó, al tiempo que refirió que dirige servicios de anatomía patológica; “me encargo de que se haga el diagnóstico correcto, de cánceres frecuentes como el de mama, de intestino grueso, de próstata y el cáncer de pulmón”, expuso.
En otro momento, Guiu mencionó a la existencia deun trabajo entre los patólogos catalanes y paraguayos, producto del diálogo frecuente sobre casos estudiados a distancia. Aunque es la primera visita de Guiu a nuestro país, lo une a sus colegas del Paraguay una larga amistad.
“Siempre he tenido una relación muy especial con los patólogos paraguayos. Hace unos años trabajaba con un patólogo español muy reconocido internacionalmente que es el Dr. Jaime Pratt, quien era amigo del Dr. Antonio Cubilla. A raíz de esta amistad, diversos patólogos paraguayos –entre ellos el Doctor Carmelo Caballero- fueron a Barcelona. El Dr. Caballero estuvo tres años con nosotros; hicimos una gran amistad, y, desde entonces, nos hemos mantenido en contacto. Otra patóloga, la Doctora Alicia Pomata, también fue al servicio que yo dirijo en la ciudad de Lleida. La verdad, todos ellos son profesionales excelentes”, rememoró el español.
Últimos aportes de anatomía patológica para mejorar diagnóstico y tratamiento del cáncer
Al respecto, el patólogo indicó que en los últimos quince años se ha aprendido que la imagen al microscopio prácticamente permite predecir el pronóstico de una paciente, y, en cierta medida contribuye a tomar decisiones terapéuticas. “En el pasado se creía que el cáncer de endometrio era uno; ahora se sabe que son dos y que el cáncer de mama son cuatro principales”, sostuvo. Señaló que conocer si la mujer tiene receptores de estrógeno y una serie de marcadores, permite un pronóstico y un tratamiento distinto.
“El marcador es una proteína que una célula produce. Por ejemplo ante el cáncer de mama, buscando en sus células tres o cuatro proteínas se puede ver que el cáncer es de uno, de dos o de cuatro subtipos. Tener uno del grupo 1 o 4 es muy diferente. Y este diagnóstico se hace en Paraguay. Hay otros medios de análisis anatomopatológicos que son un poquito más de futuro que en laboratorios especializados de España hacemos”, puntualizó el galeno.
Avances en tratamiento de cáncer de cuello uterino
En lo que respecta a este tipo de cáncer, aseguró que lo más resaltante es que se puede prevenir, para ello, según refirió, es necesario consolidar esta posibilidad con educación a la población.
“El cáncer de cuello uterino en general es debido a una infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) que se trasmite con relaciones sexuales. Vacunando a las niñas y niños de forma precoz se disminuye mucho. En los dos hospitales que trabajo en España vemos muy poco cáncer avanzado de cuello uterino”, mencionó.
Refirió que para el efecto, España utiliza dos estrategias: la vacunación -no tiene más de siete años- y la promoción de la citología anual, es decir, el Papanicolaou. Esta citología, se preciso, diagnostica el cáncer seis o siete años antes de que ocurra; que es el precáncer. “En mi actividad veo un promedio de diez pre-canceres de cuello uterino al día. Pero cánceres veo muy poco”, dijo.
Destacó el rol de la anatomía patológica como fundamental a la hora de descubrir un precáncer. “Pues, si es un precáncer se puede actuar de una manera muy conservadora y de esta manera se evita que la lesión progrese. Pero si el precáncer no se trata, se trasforma en un cáncer”, declaró.
El patólogo español afirma que todas las señoras de Paraguay que han muerto de cáncer de cuello uterino, cinco o seis años antes tuvieron una lesión que se hubiera podido diagnosticar y se hubiera podido tratar. “Por eso las mujeres tienen que concienciarse de que deben hacerse el Papanicolau y las autoridades tienen que ayudar a que se vacunen los jóvenes”, enfatizó el Dr. Xavier Guiu.