Los piojos no solo se alimentan de sangre, también afectan la autoestima

La escuela es uno de los lugares propicios para la infección con piojos ya que pasan de persona a persona. Estos parásitos, no solo pueden llevar a enfermedades en la cabeza por las heridas que ocasiona sus picaduras y el rascado, sino que también, afecta la autoestima de los niños que la padecen.


Evitar que el niño tenga piojos es una responsabilidad que no solo se resuelve con la higiene sino con la atención constante. Es decir, cada vez que tu hijo regrese de la escuela, se debe tomar unos 5 minutos de tiempo para revisarlo y así evitar la presencia de nuevos integrantes en la familia.

Los piojos, se alimentan de la sangre de la cabeza y se reproducen rápidamente. Cada hembra pone de unos cien a trescientos huevos, conocidos como liendres, que son de color blanco y se adhieren a la base del cabello. Para que los huevos se incuben y se desarrolle la larva solo se necesitan unos 7 a 10 días.

La picazón en el cuero cabelludo, ocasionada por la irritación de la saliva que el insecto deposita en la herida de la picadura, es el principal síntoma de la pediculosis (parasitosis de piojos). La irritación puede ser tan intensa que cuando uno se rasca se lastima la piel y se da paso a posibles infecciones bacterianas.

Medidas de higiene en la casa para evitar piojos en tus hijos 

Como los piojos pasan fácilmente de personas a persona, es necesario que se mantengan las siguientes medidas de higiene: 

• Revisa diariamente la cabeza del niño, principalmente detrás de las orejas, en la nuca y en el flequillo.

• Asegúrate de que tu hijo tenga el hábito diario de peinarse el cabello. Limpiar los peines y los cepillos siempre.

• Tanto los padres como los niños de la casa deben lavarse frecuentemente la cabeza, por lo menos una dos a tres veces por semana.

• Y, evitar compartir los elementos de aseo personal.

Cómo prevenir el contagio en niños que van a la escuela 

Si la niña tiene una larga cabellera, recogiéndola con una coleta o trenza, disminuye el riesgo de contagio. En el caso de los varones, el cabello corto, no solo previene su contagio, sino que también facilita mucho cualquier tratamiento. Instruirlos a no compartir peines o cepillos, gorros o cintas es primordial.

El contagio de estos parásitos es por contacto directo, es decir, rozando una cabeza con otra, por tanto, es importante recordar a los niños no apoyar la cabeza entre ellos. 

Pasos a seguir para el tratamiento contra la pediculosis

Una vez que se comprueba que el niño tiene piojos, es importante seguir los siguientes pasos:

• Comunicar a las personas que conviven o tienen contacto con él o ella. Es decir, informar de esto a las autoridades de la escuela.

• En el hogar, desinfectar la ropa y las sábanas (lavarlas a 55ºC, al menos 20 minutos.); los peines y cepillos (lavarlos a 55ºC durante 5-10 minutos o sumergirlos 30 minutos en solución pediculicida o alcohol); los juguetes (lavar a 55ºC durante 5 a 10 minutos y sellarlos en una bolsa de plástico hermética durante 2 semanas); las alfombras y tapizados de la casa y habitaciones. 

• En las farmacias se venden peines de metal o plástico que facilitan el arrastre de los piojos en el momento del lavado. 

Existen sustancias repelentes, pero su eficacia por ahora no ha sido bien demostrada. Nunca aplicar un insecticida como repelente o preventivo, porque puede ser tóxico.

Cuando se presenten varios casos en una clase o familia, se debe revisar a todos cada 2 o 3 días. Sobre todo, al inicio de la infestación, ya que puede que no se rasquen.

Es importante que los niños afectados con piojos sean tratados simultáneamente con sus familiares, y de esta manera evitar la diseminación.

Recuerda que la pediculosis no solo se resuelve con el lavado de cabeza, sino con la revisión diaria de la misma para descartar o confirmar la presencia de los parásitos que, podrían afectar incluso la autoestima de los pequeños, debido a la marginación que éstos podrían sufrir por parte de sus compañeros y el distanciamiento en las horas de juego.