Toda actividad física tanto en casa como en el trabajo o en tu tiempo libre, suma para estar saludable y tener un buen embarazo. El ser activa beneficia a la madre, al feto y en el momento del parto.
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Los beneficios de la actividad física se evidencian desde la gestación. Las consideraciones especificas deben tenerse en cuenta únicamente ante un embarazo de alto riesgo o moderado. Aquellas que forman parte del grupo de bajo riesgo deben seguir las mismas recomendaciones de dicha actividad que la población en general.
Cuando la mujer se ejercita no solamente aumentan los requerimientos establecidos para su estado, sino que también el feto consume oxígeno y glucosa materna. Por ello, cuando las futuras madres realizan actividades físicas, deben evitar ejercicios extremos.
Actividades muy intensas y en condiciones de calor favorecen la elevación de la temperatura corporal materna, dificultando el control de la temperatura fetal.
Cuidados a tener en cuenta
Es importante que la gestante con factores de riesgo o enfermedad consulte con un médico para conocer qué ejercicio es adecuado a su estado. Asimismo, debe evitar los deportes de contacto y los ejercicios extremos. Y por sobre todo, tener mucho cuidado al hacer ejercicios en ambientes muy calurosos y usar ropa adecuada para perder el calor que se genera durante el ejercicio.
Algunas recomendaciones a ser aplicadas por las embarazadas
Se recomienda que las mujeres con bajo riesgo durante la etapa de embarazo acumulen por lo menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada durante la semana.
Por lo menos 2 veces por semana, realizar ejercicios de tonificación muscular y para ello no es necesario hacer pesas en el gimnasio ya que pueden hacerlos con elementos de la vida cotidiana.
Disminuya tiempos de sedentarismos como por ejemplo el de sentarse frente al televisor o con el celular por mucho tiempo.
Se recuerda que toda actividad hecha en casa, en el trabajo, cuando se traslada o en su tiempo libre, contribuye a su salud y para que goce de un buen embarazo. el uso de zapatos cómodos para ir y volver del trabajo también suma al igual que subir y bajar flexionando las rodillas con la espalda recta, tomada del respaldo de una silla.
