¿Qué relación tiene el lavado de manos con la gripe?

Lavarse las manos con frecuencia constituye una práctica preventiva.
Mientras que la falta de higiene puede constituirse en un potencial factor para la transmisión de enfermedades.
Los padecimientos más comunes originados por no realizar el lavado frecuente de manos son la diarrea y las infecciones respiratorias como la influenza o gripe.


Las manos se contaminan fácilmente con infinidad de microorganismos que se adquieren en cualquier momento del día, ya sea tocando objetos dentro de la casa, en la escuela o en el trabajo, al utilizar el transporte público, el teléfono, al acudir al baño, por el contacto con mascotas, etcétera. 

El lavado de las manos sigue siendo la principal medida preventiva más eficaz, efectiva y económica para evitar enfermedades.  A través de esta práctica higiénica se incrementa la protección contra virus y bacterias y disminuye el riesgo de contraer enfermedades, entre ellas las de índole respiratoria como el resfrío y la influenza (gripe).

Los padecimientos más comunes originados por la falta de higiene de las manos son la diarrea y las infecciones respiratorias, que pueden complicarse y derivar en una gastroenteritis o terminar en neumonía o bronconeumonía a causa de la gripe.

En este contexto, el Ministerio de Salud enfatiza el lavado frecuente de las manos, de ser posible con agua y jabón. De no contar con dichos elementos en el momento, utilizar alcohol en gel.

Elimina virus de manos y superficies

El virus de la gripe o influenza puede contaminar una variedad de objetos, por lo que se aconseja cubrirse siempre al momento de toser y/o estornudar con la flexura del brazo y nunca con la mano para evitar la dispersión de la enfermedad. De hacerlo, el enfermo podría estar contaminando con secreción superficies y objetos de uso común, como teléfonos, picaportes, computadoras, interruptores de luz, barandilla de escaleras, escritorios, mesas, entre otros.

De ahí la importancia de la limpieza y desinfección de las superficies y objetos de uso común, esto contribuye a minimizar el riesgo de contagio, principalmente de enfermedades respiratorias.

Es importante tener en cuenta que el virus puede sobrevivir durante algún tiempo fuera de un organismo: 5 minutos en las manos, 24 a 48 horas en superficies duras y de 8 a 12 horas en papeles, telas y otras fibras, por lo que se recomienda insistir en las prácticas higiénicas como medida de prevención.