Como cada fin de año, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social hace un llamado a los adultos a evitar la explosión de bombas para prevenir quemaduras, principalmente en niños.
Esta iniciativa llevada adelante por el
Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (CENQUER) se
denominada “Cero quemados por bombas”, que busca disminuir los heridos por
estos eventos, recordando que, por más pequeñas e inofensivas que parezcan,
pueden producir amputaciones de dedos, manos, quemadura facial, lesiones a
nivel del ojo, que pueden llegar a ser irreversibles, incluso, trauma acústico
capaz de provocar sordera permanente. Si bien se puede apreciar una disminución
de quemados por explosión de bombas, la mayoría de los pacientes atendidos el
año anterior, fue la franja infantil. El más pequeño de los atendidos tenía
solo un año de edad, con lesiones en brazo y pie, producto de la quemadura con
una “inofensiva estrellita”. La recomendación es que la práctica sea
desechada y, en caso de que se manipulen los artefactos explosivos, el
encargado sea una persona mayor que no esté alcoholizada y que tome los
recaudos necesarios. Otra recomendación es que, para la
explosión de las bombas, se debe salir de las casas (no hacerlo en el
interior), lejos de la gente y de los animales. Para la detonación, sujetar el
artefacto con la ayuda de un palo o pinza y no directamente, y alejarlo de la
cara y el cuerpo, para evitar sufrir lesiones. En caso de presentar quemadura, se
recomienda: Si la lesión es leve, irrigarla con agua
de la canilla para reducir el área quemada y luego cubrir con un paño limpio y
trasladar al paciente al centro asistencial. No aplicar cremas. En casos graves, es decir, si la lesión es
extensa (con afectación de cinco palmas de la mano), cubrir directamente con un
paño limpio y acudir de manera urgente al centro asistencial habilitado más
cercano. En caso de que el afectado sea un niño muy
pequeño o el área quemada sea extremadamente extensa, llevarlo directamente al
servicio de salud. “Queremos que en estas fiestas que reúnen
a las familias paraguayas no sean empañadas por estos eventos. Es triste que el
70% de los afectados por pirotecnia sean niños”, indicó el Ministro de Salud
Pública, Dr. Julio Mazzoleni. El mandamás de la cartera de salud explicó
que la pólvora y los niños no van de la mano, así como las bebidas alcohólicas
y el volante. “Debemos instar a los padres a no hacer uso de estos artefactos y
mucho menos a los niños”, replicó.
El Dr. Bruno Balmelli, Director del
CENQUER, por su parte, manifestó que se encuentra coordinado el servicio para
tratar estos eventos, pero que esperan que la conciencia prime y se disminuyan
al mínimo las quemaduras por bombas. Igualmente, el Dr. Agustín Saldívar,
director del Hospital de Trauma, indicó que su servicio está preparado para
recibir pacientes en las fiestas de fin de año, no solo de quemaduras por
petardos, sino también de lesionados por accidentes de tránsito. “Esperemos que
el impacto sea mínimo”, sostuvo.