Los niños precisan de alimentos saludables que les entreguen mucha energía sin tantas calorías.
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La cartera sanitaria recuerda a los responsables familiares y a docentes la importancia de incluir alimentos saludables dentro de las opciones para la merienda escolar, y sugiere:
El recreo no debe superar el 10% del total de las calorías diarias, por lo tanto, NO debe reemplazar un desayuno completo y saludable.
La elección de alimentos nutritivos y fáciles de digerir es indispensable. Frutas de estación, ensalada de frutas, yogures, galletitas sin relleno, maní tostado (sin sal de preferencia), barras de cereales, sándwiches de verduras y queso entre otros son opciones válidas y no muy costosas.
Para evitar que los niños rechacen las meriendas saludables se sugiere variar los alimentos a lo largo de la semana y realizar propuestas animadas con las frutas como por ejemplo: un sol con pulpa de naranja, animales con la manzana, etc.
No es saludable que se salte el recreo, ya que con esto se acumula hambre y se duplica la siguiente comida.
El recreo escolar se define como un rato de descanso para los niños, pues corresponde a un tiempo en que los escolares gozan de más libertad para escoger qué hacer. Esta pausa les permite realizar un descanso de la rutina diaria y hace que retomen sus actividades con mayor capacidad de atención.
En términos de alimentación, es un tiempo que se aprovecha para que el niño/a consuma un alimento como colación, merienda o recreo, lo cual permite completar su alimentación y hay que aprovecharlo para darle alimentos sanos.
Es muy importante recalcar que la función principal de esta merienda o recreo saludable es entregar al niño/a una pequeña cantidad de energía para mantener las funciones del organismo y no debería ser abundante ni con muchas calorías.