Nutricionista pide no enviar a los niños a la escuela sin antes desayunar

Puede ser contraproducente para la salud, dando lugar a mareos, dolor de cabeza, sueño y falta de concentración.
Aclara que la merienda escolar no reemplaza al desayuno.


"Es importante que los niños desayunen antes de ir a la escuela. Ellos necesitan energía para poder aprender y lograr un desarrollo óptimo a nivel escolar, sobre todo, porque se encuentran en plena etapa de crecimiento y desarrollo", declara la nutricionista Bethania Machuca, de la Dirección de Enfermedades No Transmisibles.

No desayunar puede generar en el niño, así como en la persona adulta, mareos, náuseas, dolor de cabeza, falta de concentración y sueño, de ahí la importancia de no suprimir o postergar esta primera comida del día. Su falta favorece igualmente a la disminución del rendimiento escolar e influye en el nivel de glucosa (azúcar), que es el combustible que el cuerpo necesita para poder arrancar y realizar las actividades del día.

La licenciada Machuca explica que la merienda escolar no sustituye al desayuno, por lo que, la ausencia de este alimento no se compensa a la hora del recreo. Refiere que la merienda escolar constituye un complemento dentro de la alimentación y sirve para recargar las baterías.

Como primera comida del día sugiere el consumo de lácteo (leche o yogurt) y una porción de cereal o panificado (de preferencia integral) que aporta fibras. Los panificados integrales hacen que la sensación de saciedad sea más duradera y proporcionan al cuerpo más vitaminas, minerales y fibra que los productos de harina blanca. “Es importante que los niños a temprana edad se familiaricen con este tipo de panificado”, puntualiza.

Merienda saludable

La nutricionista expone la importancia de la merienda o recreo saludable, “debe ser de fácil digestión, que aporte pocas calorías, pero sí una gran cantidad de energía”, según detalla Machuca.

Como opción saludable se puede incluir: una fruta o yogurt con cereal, o una porción de sándwich de queso o de verduras. Incluir en el merendero una botellita de agua o de jugo de fruta de estación sin azúcar agregada.

“Es importante que los docentes, con su ejemplo, vayan mostrando a los chicos que es lo deben comer, Necesitamos consolidar el esfuerzo entre todos, no solo en la casa sino también la escuela”, resalta la profesional.

En otro punto, señala, que desde la Dirección de Enfermedades No Transmisibles se está trabajando en la capacitación del personal encargado de las cantinas, para incluir opciones saludables para los niños. Expone que el deseo es contar en breve con una disposición que regule y controle los alimentos que se ofertan en las cantinas de las instituciones educativas.

Enfatiza el valor de crear conciencia y cultura respecto a la alimentación saludable.

“Todo lo que el niño consume en la etapa de desarrollo marca su futuro como adulto”, subraya Bethania Machuca.

En el país, el 31% de los niños padecen de sobrepeso y obesidad, de esto, el 10.7% corresponde a obesidad, datos que revela la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en el 2011.