Mediante la firma del convenio de nuestro país con el ente internacional se dará énfasis a acciones prioritarias que se prevén tenga sus resultados para el 2023.
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El Ministro de Salud,
Dr. Julio Mazzoleni; el Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Castiglioni; y la
directora de la OPS/OMS Carissa Etienne, firmaron el documento enmarcado en la
Estrategia de Cooperación Técnica de la organización con nuestro país.
La Estrategia de
Cooperación Técnica como el instrumento que orientará la cooperación técnica de
la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud
(OPS/OMS) en el Paraguay durante el período 2019-2023, tiene el propósito de
contribuir al desarrollo de los objetivos sanitarios del país; siendo el
proceso de reforma del sistema de salud el más relevante, por su potencial
impacto. La misma introduce una visión de mediano plazo, con prioridades
definidas y consensuadas, en función de las necesidades del país, alineadas con
las políticas nacionales de salud y desarrollo, en consonancia con los
compromisos de salud globales. Asimismo, pretende armonizar las intervenciones
en salud con otras agencias del Sistema de Naciones Unidas y otros socios para
el desarrollo, buscando sinergias y complementariedad.
Información
relevante recabada indican que la salud pública muestra avances en los últimos
10 años como parte del esfuerzo para alcanzar la cobertura y el acceso
universales a la salud. Entre los instrumentos de rectoría se cuenta con la
Política Nacional de Salud 2030, basada en los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS); la política de calidad y seguridad en la atención y planes
estratégicos e instrumentos legales para la prevención de las enfermedades no
transmisibles y sus factores de riesgo, así como de respuesta ante amenazas y
riesgos a la salud.
Por otra parte,
el país ha certificado la eliminación de enfermedades transmisibles de gran
impacto en la salud pública como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola
congénita, la malaria y la transmisión por vectores de la enfermedad de Chagas;
ha fortalecido sus capacidades técnicas para la implementación del Reglamento
Sanitario Internacional (RSI) con destacada labor en la respuesta ante brotes y
epidemias. El acceso a sistemas de provisión de agua potable creció de 53% a
más de 98% en el 2015.
La epidemia de
las Enfermedades No Transmisibles (ENT) supone una amenaza real al desarrollo
del país y constituyen las principales causas de muertes prematuras y evitables
en el Paraguay. En el año 2017, representó el 78% del total de muertes
ocurridas entre los 30 y 70 años y se atribuyen las 7 primeras causas de muerte
observadas. Entre estos, los accidentes y lesiones (especialmente los accidentes
de tránsito) son la 6ª causa de muerte en el país con proporciones epidémicas
lo que supone no solo muertes prematuras sino problemas crecientes de
discapacidad. Avanzar en una agenda de trabajo intersectorial será necesario
para impactar sobre los factores de riesgo de las ENT (incluida la salud
mental).
Las
enfermedades transmisibles siguen siendo un problema de salud pública en
Paraguay, asociadas a la pobreza como las enfermedades desatendidas (Lepra,
Chagas, Leishmaniasis, Esquistosomiasis, Geo helmintiasis y tuberculosis) y
otras enfermedades prioritarias como el VIH, enfermedades respiratorias agudas,
de trasmisión alimentaria, dengue y otras arbovirosis. Otro desafío persistente
es la cobertura de vacunación con los diferentes biológicos que en los últimos
años no alcanzaron el 95%, necesario para garantizar niveles adecuados de
protección de la población.
En cuanto a los
riesgos ambientales a la salud, el Paraguay presenta amenazas naturales
cíclicas de inundaciones en varias regiones, especialmente en las cuencas del
Río Paraguay, Pilcomayo y Paraná. Por otra parte, la región central del Chaco
presenta períodos de sequía, afectando a comunidades en su mayoría de pueblos
originarios. La respuesta del sector salud en las emergencias precisa del
fortalecimiento de la alianza de los actores involucrados en la respuesta a las
mismas.
Además de los
mencionados desafíos, el país debe prepararse a enfrentar nuevos retos para
reducir los efectos nocivos para la salud por el uso indiscriminado de antibióticos
y la resistencia a los antimicrobianos, y otros atribuibles a los determinantes
sociales y ambientales: el cambio climático, el uso inadecuado de pesticidas,
la calidad del agua, el saneamiento, la gestión de los residuos sólidos y la
contaminación del aire.
La OPS/OMS,
reafirma su compromiso con el país en la búsqueda de la salud y el bienestar
para todos sus habitantes. Acompañará con la cooperación técnica los esfuerzos
del país para acelerar los avances hacia la salud universal y contribuir al logro
del derecho inalienable de todas las personas a la salud y el bienestar,
consolidado mediante la equidad y la solidaridad.