¿Estás con sobrepeso u obesidad? corrés riesgo de padecer cáncer colorrectal

Además del factor hereditario, la mala alimentación predispone al desarrollo de esta enfermedad.
Por ello, se recomienda evitar el consumo de alimentos industrializados, procesados y ultraprocesados, y practicar ejercicios físicos de manera regular.
Estas medidas deben ser implementadas por toda la familia, especialmente en los niños, para que vayan formando hábitos saludables.


El sobrepeso y la obesidad son los factores relacionados con la dieta más consolidados como factores de riesgo para el cáncer de colon, según sostiene la Lic. Laura Joy, Jefa de Nutrición del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN).

“Se recomienda reducir el peso corporal a expensas de la masa grasa, de manera progresiva, implementando un plan de alimentación saludable y la práctica regular de actividad física”, refiere la licenciada, al momento de recordar que estudios muestran una fuerte conexión entre el consumo de carne roja y la mortalidad por cáncer colorrectal, aunque éste no es el único factor predisponente, pues los veganos y vegetarianos tampoco están exentos de este diagnóstico.

En ese sentido, indica que la recomendación es reducir el consumo de carne roja a menos de 300 gramos por semana y evitar las procesadas (embutidos en general) y, en su reemplazo, aumentar el consumo de carnes blancas y legumbres.

“Las dietas ricas en grasas saturadas -de origen animal- y pobres en frutas y verduras configuran el perfil de mayor riesgo para desarrollar cáncer colorrectal”, agrega Joy, aconsejando consumir carnes magras y lácteos descremados, y aumentar el consumo de frutas, verduras y aceites vegetales.

De acuerdo con lo referido por la profesional, el consumo promedio de frutas y verduras debe ser por lo menos 600 gramos, que equivale a 5 porciones por día, y en lo posible, crudas y con cáscara. Los cereales integrales, las legumbres y otros alimentos que son fuente natural de fibras, deben aportar un promedio no menor de 25 gramos por día.

Por otro lado, comenta que una dieta relativamente alta en calcio puede reducir el riesgo de cáncer de colon, formando complejos con ácidos biliares en la luz intestinal. Por lo tanto, recomienda consumir lácteos descremados (leche, yogur, queso) y consultar con un profesional para saber si es o no necesaria una suplementación.

Control en el INCAN

La licenciada explica que, en el consultorio de Nutrición, se realiza seguimiento a todos los pacientes con diagnóstico de cáncer de colon o recto operados en el INCAN y que continúan o no con tratamiento de quimioterapia, ya que se sugiere mantener las recomendaciones nutricionales citadas de por vida.

“Estas medidas deben ser implementadas por toda la familia, especialmente en los niños, para que vayan formando hábitos saludables, que reduzcan el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Es la mejor etapa para ir formando los gustos y preferencias alimentarias, que muchas veces en la etapa adulta, son difíciles de modificar”, destaca Laura Joy.

Recomendaciones generales para reducir riesgo de desarrollar cáncer colorrectal:

1. Mantener un peso saludable, evitar la obesidad y reducir el porcentaje de grasa corporal.

2. Evitar el consumo de alimentos y/o bebidas con azúcar.

3. Aumentar el consumo de fibras, a partir de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres (poroto, lenteja, etc.).

4. Las frutas y verduras deben consumirse, en lo posible, crudas y con cáscara.

5. Reducir el consumo de carne roja y evitar aquellas procesadas y ahumadas como los embutidos (chorizo, morcilla, jamón, etc.).

6. Reducir el consumo de grasas saturadas (de origen animal) y grasas modificadas por cocción (frituras).

7. Aumentar el consumo de lácteos y derivados (yogur, queso), siempre y cuando sean descremados.

8. Reducir el consumo de alimentos salados y bebidas muy calientes.

9. Aumentar el consumo de alimentos como el ajo, cebolla, brócoli, coliflor, repollo, remolacha y espinaca, ya que tienen un efecto protector contra este tipo de cáncer.

10. Reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.

11. Practicar una actividad física de manera regular durante al menos 30 - 60 minutos.