El 30% de embarazadas no se realiza sus controles, que deben sumar al menos cinco.Esto impide la detección oportuna de cualquier anomalía, lo que puede desencadenar nacimientos prematuros, demandando terapia intensiva.El Ministerio de Salud trabaja en el fortalecimiento de la estrategia de Atención Primaria de Salud, a través de las USF, que cuidan a las gestantes de su comunidad.
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El nulo o incompleto control prenatal impide detectar a tiempo de alguna anomalía en el proceso de gestación, lo que es un alto riesgo, tanto para la mamá como para el bebé en camino.
Los controles prenatales, como mínimo, deben ser cinco durante el embarazo, tiempo en que se monitorea la salud de la madre y la del feto. El primer control es entre las 7 y las 12 semanas de gestación. El segundo, en la semana 26; el tercero, en la 32 y, el cuarto, entre las 36 y las 38 semanas, y según lo indique el médico tratante. Además, durante el embarazo, la mujer debe realizarse ecografías, en etapas diferentes del crecimiento (transvaginal, morfológica, obstétrica y perfil biofísico fetal).
Cada control tiene como objetivo observar el desarrollo del bebé en camino, y que la embarazada reciba la preparación requerida para el nacimiento y los cuidados posteriores al nacimiento de su hijo.
Si la mujer no se realiza estos controles, o lo hace de manera insuficiente, impide la detección a tiempo de alguna patología que podría alterar el curso del desarrollo fetal.
Tres de cada diez embarazadas no se realiza ningún control
El 30% de las gestantes en nuestro país no acude a ningún control prenatal o no lo completa. Esto, además de poner en riesgo a salud de la futura mamá y de su hijo, también propicia los partos prematuros, por lo cual es necesario ingresar al recién nacido a terapia intensiva. También la puede requerir la mujer.
Algunas de las enfermedades que pueden ser transmitidas al feto durante el embarazo son las infecciones de transmisión sexual (VIH, Sífilis). La Sífilis puede producir malformaciones congénitas en el bebé, al igual que la toxoplasmosis, pero si se detectan a tiempo, la mujer puede ser tratada para impedir la transmisión a su bebé.
Igualmente, las infecciones urinarias podrían inducir a una amenaza de aborto en las primeras semanas o a un nacimiento prematuro, con importantes consecuencias para el recién nacido.
Otros factores para que se produzcan partos prematuros son la diabetes gestacional y la preclamsia (presión alta). Cuando se detecta que una embarazada tiene preclamsia, se adopta una serie de medidas, como indicarle reposo absoluto, controles más frecuentes y dieta baja en sal para controlar la presión arterial. La hipertensión puede generar que el bebé nazca con bajo peso o prematuro y, en la madre, convulsiones a tal punto de comprometer su estado de salud y requerir el ingreso a terapia intensiva.
También son una amenaza las enfermedades vectoriales. Contraer Zika en los primeros 3 meses de gestación puede dejar secuelas importantes en el bebé, como malformaciones congénitas y alteraciones neurológicas. Igualmente, los efectos del Dengue en la embarazada y el feto incluyen amenazas de aborto, aborto, amenaza de parto prematuro y partos prematuros, ruptura prematura de membranas, hipertensión, preclamsia, eclampsia; retardo del crecimiento intrauterino y hemorragias.
Existen alrededor de 18 patologías que pueden afectar tanto a la mamá como al bebé y, en caso de detectarse, se realiza un control periódico, y la forma de asegurar que esto pase es completando los controles prenatales, mediante el acompañamiento profesional en el proceso.
USF al cuidado de las futuras madres
Una de las actividades del Equipo de Salud de la Familia es identificar, georreferenciar y hacer seguimiento a las embarazadas que viven en su territorio social.
Emplean diferentes estrategias para apegarlas a su control prenatal, que cursen un embarazo saludable y lleguen a un parto feliz. Una de ellas es el “Club de Madres”, en cuyos encuentros periódicos se prepara de manera integral a la mujer para el parto, el puerperio y los cuidados posteriores del recién nacido y el niño.
El Equipo se encarga de los controles prenatales y de derivar a las pacientes para sus estudios específicos al hospital más cercano. Así también, los profesionales están preparados para detectar casos de urgencias e, incluso, ante la necesidad, atender partos naturales.