Picos de influenza pueden darse en los próximos días

Salud Pública insta a tomar medidas preventivas como la vacunación antigripal a los grupos de riesgo, intensificación de prácticas higiénicas (lavado de manos y etiqueta de la tos) y reposo domiciliario ante presencia de síntomas gripales o fiebre, que son claves para mitigar el impacto de la enfermedad.


“Estamos en la fase epidémica de los virus respiratorios. Más de 280.000 consultas por enfermedades tipo influenza se reportaron en el país, con un aumento semanal de entre 10 y 12%. El 20% de los casos requieren hospitalización”, informó el director general de Vigilancia de la Salud, doctor Guillermo Sequera, en conferencia de prensa brindada este martes.

En el transcurso de estos días -hasta la semana epidemiológica 22-, la actividad de influenza en el país continúa elevada, con predominio de influenza A/H1N1. De acuerdo con la vigilancia centinela, la proporción de consultas por enfermedades tipo influenza (ETI) presentó un aumento de 17% con relación a la semana anterior.

Con respecto a la actividad de infecciones respiratorias agudas (IRAG) evaluada por la tasa de hospitalizaciones y las admisiones en la unidad de cuidados intensivos, se encuentra en niveles elevados en comparación con temporadas anteriores, y el número de muertes por influenza registradas está por debajo de los niveles esperados en comparación con los años previos.

Sequera señaló que, en la última semana, se hospitalizaron 2.955 casos de IRAG en los centros centinelas. Los grupos mayormente afectados son los extremos de la vida, principalmente los menores de 6 meses de edad. Refirió que unos 2.200 niños menores de 5 años requirieron internación por infecciones respiratorias agudas, concentrándose los casos graves en la franja menor de 2 años, y unos 500 casos corresponde a la franja mayor de 60 años.

Fueron admitidos en unidades de cuidados intensivos 438 casos de IRAG y se reportaron 173 fallecidos, 24 de ellos asociados a virus respiratorios: 14 hacen referencia al virus sincitial respiratorio, 7 a Influenza A/H1N1, 2 al adenovirus y 1 a parainfluenza III. Los casos de fallecidos asociados al virus sincitial se presentaron en los extremos de la vida, el 50% en menores de 2 años, mientras que las muertes por influenza se registraron principalmente en mayores de 60 años y en pacientes con comorbilidades.

Situación similar de incremento de cuadros de influenza e infecciones respiratorias agudas se está observando en diversos países de la región, como Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Bolivia y otros.

A su turno, el Dr. Juan Carlos Portillo, Director Gral. de Redes y Servicios de Salud, recordó la importancia de las acciones preventivas a tener en cuenta para impedir la dispersión de virus respiratorios. Destacó el valor del lavado frecuente de manos, el sano distanciamiento en caso de contar con síntomas de enfermedades respiratorias, uso de tapa boca y evitar enviar a la escuela a niños con fiebre o síntomas de enfermedades respiratorias.

Instó, a su vez, a realizar el reposo domiciliario en caso de enfermedad y acudir a la consulta médica temprana ante la aparición de los primeros síntomas (fiebre, tos, dolor de garganta o algún otro malestar) y, bajo ninguna circunstancia, automedicarse.

Portillo refirió que, ante el incremento de cuadros respiratorios, el Ministerio de Salud está fortaleciendo su capacidad de respuesta con la inclusión de más recursos humanos en establecimientos de salud y ratificó que actualmente se cuenta insumos y medicamentos para asistir a pacientes con cuadros respiratorios. Añadió que, desde los centros asistenciales, se está implementando el mecanismo de priorización de pacientes de acuerdo a los signos y síntomas que presentan, dando prioridad en la atención a pacientes con mayor gravedad que refieran signos de alarma.  

Ante la posibilidad de que, en las próximas semanas, se presente el pico máximo de influenza en países del hemisferio Sur, la OPS/OMS hace un llamado para la adopción de medidas que garanticen el manejo clínico adecuado, el cumplimiento estricto de medidas de control y prevención de infecciones en los servicios de salud, y brindar el tratamiento oportuno.

Vigilancia: continuar fortaleciendo los sistemas de vigilancia de la enfermedad similar a la influenza (ETI) y priorizar la vigilancia de IRAG para monitorear las tendencias epidemiológicas, la circulación viral, las tendencias, la gravedad clínica y los grupos en riesgo afectados.

Manejo clínico: administración de tratamiento antiviral (oseltamivir) al inicio de los síntomas si se sospecha una infección por influenza a los grupos considerados con mayor riesgo de complicaciones: niños menores de dos años; adultos mayores de 65 años; embarazadas o en posparto; personas con morbilidad clínica subyacente (con enfermedad pulmonar crónica, asma, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal crónica, enfermedad hepática crónica, diabetes mellitus, afecciones neurológicas como lesiones del sistema nervioso central y retraso del desarrollo cognitivo); personas con inmunosupresión (con VIH/Sida o debido a medicamentos); y personas con obesidad mórbida (índice de masa corporal superior a 40).

El tratamiento debe iniciarse incluso antes de tener una confirmación de laboratorio de la infección por influenza, ya que el tratamiento es más exitoso si se inicia temprano.

Prevención: el principal modo de transmisión de la influenza es el contacto interpersonal, mediante secreciones que el enfermo transfiere al hablar, toser o estornudar.

Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón es la forma más eficiente para disminuir la transmisión de virus.

Hacer uso de la "etiqueta respiratoria", es decir, cubrirse boca y nariz al toser o estornudar con un pañuelo o con la flexura del brazo también ayuda a prevenir la gripe.

Reposo domiciliario. Las personas con fiebre deben evitar ir a lugares de trabajo o lugares públicos hasta que la fiebre disminuya. Del mismo modo, los niños en edad escolar con síntomas respiratorios y/o fiebre deben quedarse en casa y no ir a la escuela.

Vacunación

La OPS/OMS alienta a continuar con la vacunación contra la influenza para evitar casos graves y muertes.

Esta vacuna está recomendada prioritariamente para las embarazadas, debido a su vulnerabilidad a las complicaciones de la enfermedad. Otros grupos de riesgo son los adultos mayores, los niños de 6 a 36 meses de edad, las personas con afecciones médicas crónicas y los profesionales de la salud, quienes deben contar con la dosis anual de la vacuna.

Cabe resaltar que, la vacunación contra influenza no es una estrategia para controlar los brotes, sino una medida preventiva para evitar las complicaciones relacionadas con la influenza.