Expertos presentan protocolo de Diagnóstico y Tratamiento de AME

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar presentó hoy el Protocolo de Diagnostico e Intervención Terapéutica de Atrofia Muscular Espinal 5q, con el cual se establece parámetros observación y aplicación de tratamientos para cada paciente con esta enfermedad. 



Por Resolución N° 631/2019, el Ministro de Salud Pública y Bienestar Social aprobó el Protocolo de diagnóstico e intervención terapéutica de Atrofia Muscular Espinal 5q como instrumento y norma a ser utilizado en los servicios de salud públicos y privados especializados del Sistema Nacional de Salud.

De igual manera, la implementación del protocolo estará bajo la responsabilidad de la Dirección General de Redes Integradas e Integrales de Servicios de Salud. Igualmente, el monitoreo de aplicación estará bajo la responsabilidad del Programa Nacional de Detección Neonatal.

El documento contempla los pasos a seguir con respecto a la detección de la enfermedad y los pasos a seguir en la terapéutica.

La Dra. Lida Sosa, Asesora Médica del Gabinete del Ministro de Salud, refirió que esta herramienta fue consensuada con el Ministerio de Salud Pública, IPS, Hospital de Clínicas y la Sociedad Paraguaya de Pediatría.

Por su parte, el Dr. Marcos Casartelli, especialista Neuropediatra, refirió que los tratamientos de la enfermedad están aún en una fase experimental, por lo que se deben esperar más evidencias científicas para llevar adelante el procedimiento.

Casartelli dijo que una el medicamento Zolgensma debe ser aplicado antes de los 3 meses de vida, a los efectos de que el bebé puede tener posibilidades de llevar una vida normal. “La medicación lo que hace es estimular la generación de neuronas para que el paciente pueda desarrollarse con normalidad. Una vez que hay un daño permanente, como la muerte de las neuronas periféricas, esa medicación ya no es efectiva”, refirió.

La atrofia muscular espinal (AME) es una enfermedad genética que ataca las células nerviosas llamadas neuronas motoras que se encuentran en la médula espinal. Estas neuronas se comunican con los músculos voluntarios, es decir, aquellos que se pueden controlar, como los de los brazos y las piernas. A medida que los músculos pierden neuronas, se debilitan. Eso puede afectar su capacidad para caminar, gatear, respirar, tragar y controlar la cabeza y el cuello.