Desaconsejan uso de mascarillas en niños muy pequeños


No se recomienda cubiertas de tela en niños de 2 años por el riesgo de asfixia.
Advierten, además, que un mal manejo del elemento de protección podría convertirse en una fuente de contaminación.
El lavado de manos frecuente y mantener el entorno limpio son claves para resguardar a los niños de cualquier virus.



Como una medida para desacelerar los contagios en tiempos de Covid-19 se recomienda a la población la utilización de mascarillas de tela, sobre todo si acudirá a lugares cerrados y de aglomeración: transporte público, supermercados, bancos o farmacias. Es importante entender que la función de la mascarilla es atrapar al virus y de esta manera impedir que llegue a las personas, objetos y superficies. 

Sobre este punto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informan que los niños de 2 años y menores no pueden usar la mascarilla ni la cubierta de tela por el riesgo de asfixia. Explican que esta advertencia también aplica a personas con problemas respiratorios o que estén inconscientes, incapacitadas o no sean capaces de quitárselas sin ayuda. 

Para reforzar la protección de los niños se insta a los padres, las madres o tutores evitar sacarlos de la casa. 

La Dra. Zully Suárez, titular de la Dirección de Salud Integral de la Niñez y la Adolescencia (DIRSINA), considera que el empleo de mascarilla higiénica es recomendable recién a partir de los 3 años. Para que la mascarilla sea efectiva, señala que debe utilizarse correctamente. Por ello, destaca que tanto la colocación, como el uso y la retirada de la mascarilla higiénica en los niños debe estar siempre supervisada por un adulto. 

“El primer paso es lavarse las manos con agua y jabón o frotarlas con gel hidroalcohólico. Después, y tras identificar la parte superior de la mascarilla, hay que posicionar la mascarilla en la cara y ajustarla a la nariz. El siguiente paso es sujetar el arnés de la cabeza detrás de la misma o en las orejas. Por último, habrá que verificar que la mascarilla cubre la barbilla", enseña Suárez. 

La pediatra sostiene fundamental que tanto niños como adultos no toquen la mascarilla una vez colocada. Si fuera necesario tocarla, es fundamental lavarse las manos previamente. Del mismo modo, a la hora de retirar la mascarilla habrá que lavarse las manos previamente y retirarla desde los costados siempre sin tocar la parte frontal de ésta. 

No hay que olvidar que estas especificaciones se considerarán siempre que el niño no presente síntomas «que no sean susceptibles de utilizar mascarillas quirúrgicas ni máscaras filtrantes de protección contra partículas”. 

Cabe recordar que uso de mascarilla no sustituye el distanciamiento social de 2 metros, ni el resto de las prácticas de buena higiene, sino que fortalece las medidas para reducir el riesgo de contagios. 

Mascarilla de tela

La mascarilla higiénica o de tela deben estar confeccionadas con material reutilizable que permita la respiración y que en contacto con la piel no presente riesgos conocidos de irritación o efectos adversos para la salud. Deben cubrir la nariz, la boca y la barbilla. 

Medidas para mascarilla

Pequeña para niños de 3 a 5 años (con medidas de 5,5 cm x 13 cm).

Mediana para niños de 6 a 9 años (6,5 cm x 15 cm).

Grande para niños 9 a 12 años (8,5 cm x 17 cm).

Tamaño Adulto se aconseja para niños mayores de 12 años en adelante. 

Mal uso de mascarilla, riesgo potencial de contagio

Por su parte, el Dr. Romeo Montoya, Asesor de Enfermedades Transmisibles de la OPS/OMS, enfatiza que la principal arma de prevención contra el virus de la Covid-19 es el lavado de manos. 

Montoya no recomienda que los niños pequeños utilicen la mascarilla, advierte que un mal uso del elemento de protección podría convertirse en una fuente potencial de contaminación. “Es difícil que los niños aguanten tener mucho tiempo la mascarilla. Se van a tocar y la van a contaminar, y eso no es muy recomendable”, declara el profesional. 

Asegura que la adecuada higiene del entorno (limpieza y desinfección de superficies) y el lavado de manos correcto y frecuente son las principales medidas de protección ante un eventual contagio del virus.