Periodos de mayor transmisibilidad del Covid-19

A continuación se expone la dinámica de contagiosidad del virus pandémico en cuatro escenarios: personas sin síntomas, con síntomas leves, graves y en condiciones críticas.

En Asintomáticos: la transmisibilidad del virus del COVID-19 se da habitualmente a partir del 5º o 6º día posterior a la exposición de un caso positivo. A partir de ese momento se registra el periodo de mayor contagiosidad, con una duración de seis días. La persona puede no sentir ningún síntoma durante ese periodo, pero igualmente expandir el virus.

Posterior a ello, se desarrolla la etapa de menor contagio que puede extenderse de 10 a 14 días desde la exposición. Luego de ese lapso la transmisibilidad es prácticamente nula. De ahí que, con el nuevo protocolo vigente, el aislamiento de 14 días desde una exposición es suficiente para ir controlando la cadena de contagio.  

En cuadros leves: en este caso el virus es muy transmisible; el contagio se inicia a partir del 4to día luego de la exposición de un caso positivo. Los síntomas se manifiestan por lo general al 6º día después de haber entrado en contacto con un infectado con el virus SARS CoV-2.

El periodo de mayor transmisibilidad en este caso se extiende hasta siete días posterior al inicio de síntomas. Al cabo de dos semanas el virus no es transmisible. En este grupo también es importante el aislamiento de 14 días para cortar la cadena de contagios. 

Casos graves: la persona gravemente enferma con COVID-19 cuenta con un alto nivel de contagiosidad. El inicio del periodo de contagio es similar al registrado en los casos leves.

Los síntomas se presentan al 6º día de entrar en contacto con un caso positivo. El periodo de transmisión del virus se extiende de 12 a 17 días después del inicio de síntomas. Luego de este lapso la transmisibilidad del virus se reduce o es poco transmisible. 

Casos críticos: el periodo de transmisión del virus e inicio de síntomas coinciden con los casos leves y graves.

La persona en condiciones críticas se encuentra en todo momento con un alto nivel de contagio que se extiende hasta 30 días después de iniciar los síntomas. Ante esta situación, extremar las medidas de protección dentro del entorno cercano del paciente y del personal sanitario es esencial para disminuir el riesgo de transmisión del virus.

Recomendaciones

Es imperativo no bajar la guardia y persistir en las medidas de protección y prevención frente al COVID-19 manteniendo el distanciamiento físico en todo lugar, el lavado de manos, el uso de mascarilla y la etiqueta de la tos (cubrirse al toser o estornudar).

En caso de contar con sensación febril o fiebre (igual o mayor a 37,5°C) o con algún signo o síntoma respiratorio: tos, congestión nasal, dolor de garganta, dificultad respiratoria, pérdida del olfato y del gusto, la recomendación es quedarse en la casa y no asistir al lugar de trabajo ni a otro establecimiento en esas condiciones para evitar contagios, y contactar de inmediato al 154, desde donde se evaluará el cuadro clínico y se brindará orientaciones. Si los síntomas que presenta están vinculados al virus pandémico, se le agendará un turno para realizar el test COVID-19 en los próximos días.