“El octubre rosa debe ser un recordatorio para que nos realicemos los controles”

Fueron las palabras de Mariza, paciente oncológica que está en tratamiento por cáncer de mama. 
Luego de una mastectomía completa del seno izquierdo, la misma sigue tratamiento en el Hospital San Pablo. 


Mariza Lugo, de 44 años, con antecedentes familiares de cáncer era una persona común y corriente, responsable de su salud que cada año se realizaba sus controles para la detección de cáncer de mama ya que cuenta con una hermana que padeció la enfermedad.

 En el 2018 se llevó a cabo su último control pues en el 2019 priorizó su trabajo, otras obligaciones y pasó por alto su práctica anual de estudios mamográficos. Así en el 2020 al retomar sus controles fue diagnosticada con cáncer de mamas. 

“En mi caso, dejé pasar un año mi control y no sabes lo arrepentida que estoy, recalca con pesar Mariza. Porque me pregunto mil cosas: ¿Será que si el año pasado me hacía…? ¿Será que en el 2018 ya tenía y no se me detectó? 

Porque a veces no basta con tocarnos, mi cáncer no se sintió tocando, mi mastóloga tampoco sintió nada cuando consulté, mi cáncer se detectó con la mamografía, con la ecografía y con los siguientes estudios que me iban pidiendo”, dijo.

A veces no basta con solo tocarnos, la consulta con un profesional adecuado es importante.

Mariza comenta desde su experiencia que siempre veía desde lejos los festejos del #OctubreRosa y que para ella no tenían mucho sentido. ¿Qué se ganaría con colocarse una remera rosa o algún distintivo de ese color? 

“Ahora entiendo el significado, entiendo que es un recordatorio para la mujer. Es importante que nos pongamos una fecha al año para realizarnos nuestros controles y ojalá las personas y especialmente las mujeres entiendan la importancia del control porque una detección precoz te puede salvar la vida”, señala hoy. 

El 23 de septiembre Mariza fue sometida a una mastectomía radical del seno izquierdo, con derivaciones positivas ya que no hay metástasis y en ese caso se puede hablar de curación, en caso contrario se habla de hacer lo posible para llevar una buena “calidad de vida”.

Mariza sabe que el tratamiento que le toca llevar es largo aun pero dentro de todo se siente muy bendecida. “En el trabajo tuve todo el apoyo de mis jefas, mis compañeros, todos me brindaron su acompañamiento”.

Actualmente sigue su tratamiento en el hospital San Pablo, servicio del cual destaca a los excelentes profesionales sanitarios y enfatiza su parte humana. También hace un llamado para la ampliación de las atenciones por la tarde, ya que de este modo puedan asistir a más pacientes. 

Subraya también que plena pandemia a los pacientes que siguen tratamiento en el San Pablo no les faltó medicación y el seguimiento del personal de salud.

En nombre de ella y de su familia, Mariza agradece al Ministerio de Salud, a sus compañeros y a todos los que trabajan en los hospitales, ya que en este momento difícil que le toca atravesar valora el trabajo de cada componente sanitario, teniendo en cuenta el altísimo costo de su tratamiento y el esfuerzo que cada uno realiza.  

Finalmente cierra le entrevista con un mensaje dirigido a todo el país. “El mensaje que quiero enviar es que la prioridad seamos nosotros, nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestra vida, nuestros hijos. A veces estamos demasiados abocados a nuestro trabajo, o son otras nuestras prioridades que dejamos un poco de lado nuestra salud, espero que en base a mi experiencia y la de los demás, la gente cambie su actitud y deje de ser así.