¡Eku´eke, Toda actividad física cuenta!

La práctica regular de actividad física disminuye el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos canceres, como así también mejora la calidad de vida y aporta múltiples beneficios a la salud.

Para evitar el sedentarismo, prevenir o controlar la obesidad, se debe tener en cuenta la consigna de que: “Toda actividad física cuenta”. Esto quiere decir que, la actividad física puede integrarse a las horas de trabajo (pausas activas, subir y bajar escaleras), en las actividades deportivas y recreativas o en los desplazamientos (a pie o en bicicleta), teniendo en cuenta las normas a seguir, según protocolo sanitario vigente del Ministerio de Salud Pública, debido a la situación de pandemia por COVID-19. 

Las Guías actuales de actividad física de la OMS recomiendan realizar actividad física regular en personas adultas, que sea variada y adaptada a la capacidad física individual, sumando un total semanal entre 150 a 300 minutos, que pueden ser continuos o fraccionados en varias sesiones al día.

Se recomienda realizar 30 a 60 minutos de actividad física por día, 5 veces por semana, realizando ejercicios aeróbicos (bailar, caminar, correr, andar en bicicleta, pasear al perro, subir y bajar escaleras) 3 a 4 veces por semana, y complementando con 2 días semanales como mínimo de ejercicios de fuerza muscular y equilibrio (flexiones de brazo, sentadillas, subir y bajar escaleras, pararse con un solo pie, ejercicios en puntas de pie). La flexibilidad se puede entrenar todos los días en la semana.

Está demostrado científicamente que, hacer actividad física o ejercicios de forma regular ayuda a mantener un peso saludable, a mejorar el nivel de azúcar en las personas con diabetes, a lograr  una disminución de la presión arterial y el riesgo de sufrir un infarto del corazón. Si prefiere practicar algún deporte o alguna modalidad con más intensidad, se recomienda contactar y entrenar con un profesional del área de ciencias del deporte o educación física.

La actividad física siempre debe ir acompañada de otros componentes que ayuden a adoptar un estilo de vida más saludable como: mantener una alimentación saludable en la que se incluya el consumo diario de cinco porciones de frutas y verduras, una buena hidratación con la ingesta diaria de al menos 8 a 10 vasos de agua al día, conservar un peso saludable, evitar el tabaco y reducir la ingesta de alcohol.