Fiebre amarilla: la amenaza persiste

• El peligro que el virus ingrese al territorio nacional está presente.
• Eliminación de criaderos de mosquitos y la vacunación son indispensables para mantener protegida a la población.


Aunque en Paraguay no se registran casos de la enfermedad desde hace una década, en varios países circula el virus de la Fiebre Amarilla, por lo que el riesgo de introducción al país se potencia.

La Fiebre Amarilla se presenta con fiebre, dolor de cabeza, ojos y piel amarillos (ictericia). También produce dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. Ante la aparición de cualquier síntoma o malestar se solicita recurrir a la consulta médica inmediata y evitar la automedicación, a los efectos de impedir la complicación del cuadro y en consecuencia, hasta causar el fallecimiento de la persona.

La vacuna es la principal medida de prevención con la Fiebre Amarilla. Se aplica una sola vez, confiere protección de por vida y no requiere dosis de refuerzo.

El control de los mosquitos también puede contribuir a la prevención de la fiebre Amarilla, mediante la eliminación de criaderos de mosquitos, puesto que el mosquito que transmite la Fiebre Amarilla, es el mismo que transmite los virus del Dengue, Zika y Chikungunya.

La enfermedad no se transmite por contacto entre personas, sino mediante la picadura de mosquitos con el virus. Los mosquitos se infectan cuando pican a la persona o monos infectados.

Paraguay está fortaleciendo las acciones de vigilancia, control y prevención de la Fiebre Amarilla. Así también, intensificando la vacunación contra esta enfermedad, sobre todo en trabajadores en zonas boscosas de los departamentos de Alto Paraná, Canindeyú y Caaguazú, de acuerdo a lo informado por la Dra. Soraya Araya, titular del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).