El cáncer de cuello uterino es altamente prevenible con la realización de pruebas de detección habituales y atención de seguimiento adecuada. También se puede curar cuando se detecta en sus etapas iniciales y se trata.
En etapas tempranas, el cáncer de cuello uterino no suele presentar signos ni síntomas. En etapas avanzadas puede producir flujo o sangrado vaginal que no es normal para usted, por ejemplo, sangrado después de tener relaciones sexuales. En cuanto a las pruebas de detección, existen dos que pueden ayudar a prevenir o detectar el cáncer de cuello uterino en sus etapas iniciales:
La prueba de Papanicolaou se recomienda para todas las mujeres entre los 21 y los 65 años de edad, y se puede realizar en el consultorio del médico o en una clínica. Las mujeres deben comenzar a hacerse la prueba de Papanicolaou habitualmente a los 21 años. Si los resultados de su prueba de Papanicolaou son normales, es posible que su médico le diga que puede esperar tres años para hacerse la siguiente. Si tiene 30 años o más, usted puede escoger hacerse la prueba del VPH junto con la de Papanicolaou.
Póngase la vacuna contra el VPH si está en el grupo de edad para el cual se recomienda. Esta vacuna protege contra los tipos del VPH que con mayor frecuencia causan los cánceres de cuello uterino, de vagina y de vulva. Se recomienda para preadolescentes (tanto niños como niñas) de 11 a 12 años, pero se puede aplicar a partir de los 9 años de edad y hasta los 26.
Para prevenir el cáncer de cuello uterino
