Homenaje a residentes en el “Día del Médico”

Desde el INCAN, único hospital público oncológico del país, agradecen a los profesionales por su dedicación, compromiso y esfuerzo diario para la atención integral a pacientes con cáncer.


Seis especialistas en cirugía oncológica, tres en oncología clínica y uno en oncología radiante egresarán tras cuatro años de residencia médica del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN). Por sus años de entrega  y compromiso, por dedicar todo el conocimiento y la práctica a los hombres, las mujeres, los niños y  los adolescentes con cáncer, este Día del Médico, el INCAN les dice a sus queridos “R4”: ¡Gracias!

Desde el 2014, el INCAN ha sido una segunda casa, dicen el Doctor Sebastián Vera, Jefe de Médicos Residentes de Oncología Quirúrgica y el Doctor Ehiser  Martínez, Sub jefe de residentes de la especialidad.  Dejarán el hospital en febrero de 2018. En este diálogo cuentan cómo ha sido habitar el único hospital público oncológico del Paraguay. 

¿Cómo ha sido la experiencia de ser médicos residentes del INCAN?

Dr. Vera: 

“Entré al hospital casi sin experiencia de lo es la práctica médica. Salí de la facultad sabiendo mucho de lo teórico pero con poca práctica. Aquí fui aprendiendo mucho.  El Instituto Nacional del Cáncer me dio mis primeras armas, la base de lo que hoy soy. Aquí recibimos los golpes de lo que es -de verdad- tratar con un paciente; especialmente, en el contexto socio-económico del Paraguay; el golpe de ver que el paciente a veces no tiene plata ni para comer y que  mucho menos tendrá recursos para comprarse un analgésico.  En el INCAN, te vas formando como profesional y como persona.  Las alas que tengo hoy para volar las formé aquí.  Y estoy agradecido”.   

Dr. Martínez:

“Me formé en medicina en Cuba y cuando llegué al INCAN ya tenía experiencia de trabajo en hospitales. Pero entrar a trabajar con personas con cáncer hace que te conviertas en un médico fuera del promedio,  por esa formación humanitaria que el cáncer te da y que el paciente con cáncer te da. Cuando uno ingresa a una residencia adquiere una segunda casa. Eso es el INCAN para mí. Porque no es solo una experiencia de formación profesional. Es una gran vivencia humana de múltiples dimensiones”.   

¿Qué aspectos debe fortalecer el INCAN en cuanto a su residencia médica?

Dr. Vera: 

“En la formación de médicos, creo que el INCAN debe insistir más en dos aspectos. El primero, abrir la posibilidad de que el residente pueda salir a hacer una pasantía u otro tipo de experiencia profesional en el exterior; eso es algo que los demás hospitales del Paraguay sí tienen. 

Segundo, el ámbito de docencia que ahora se está empezando a mover más, debe continuar fortaleciéndose. Pero cuando yo empecé estaba muy dejado de lado. Había una facultad de avalaba que era la Universidad Nacional de Caaguazú  (UNCA) pero la gestión en docencia dejaba mucho que desear. Hoy, docencia está empezando a caminar. Creo que los residentes que ingresan ahora tendrán una mejor formación gracias a eso. 

En la residencia en cirugía oncológica en particular pienso que un déficit grande que tenemos en el INCAN es la práctica en cirugía por videolaparoscopía, que se hace muy poco. Nosotros recién desde R4 empezamos a operar algunas cosas porque ahora los jefes están comenzando a tratar a los  pacientes con esta técnica. Pero cuando nos iniciamos, un sólo un médico hacía video laparoscopía y nadie más”.  

Dr. Martínez:

“En otras técnicas quirúrgicas, el ser un residente de cirugía del INCAN  te da muchísima “mano”.  En cuanto a habilidad quirúrgica – en mi opinión- no hay otra escuela como la de este hospital. Porque el residente sale del INCAN, habiendo realizado muchas cirugías de extrema complejidad, está fuertemente entrenado  para las mismas.   Estamos preparados para atender pacientes de altísima complejidad; en este ámbito el INCAN  es una escuela increíble en cirugía”. 

¿Qué mejoras han visto en el ámbito de docencia desde que ingresaron?

Dr. Martínez

“Al principio de la residencia, sufrimos muchísimo porque teníamos pocos docentes o no teníamos docentes; no había un compromiso con el residente cuando hacíamos el R1. No íbamos a tener título. Y cuando asumen la dirección el Doctor Julio Rolón y el Doctor Hernán Ortiz y agarra la posta de docencia el Doctor Nelson Mitsui las cosas mejoraron.  El doctor Mitsui es la piedra angular de toda nuestra formación. Nosotros tenemos muchísimo que agradecerle. Gracias a él se movió todo esto y hoy el INCAN sí tiene una estructura de residencia médica. Mitsui es como el padre de los residentes. Hizo que nuestra residencia se reconociera, ya tenemos la posibilidad de tener título, el aval de una facultad, del Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) y la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES). Somos la primera promoción que va a salir con un título. La universidad que lo otorga es la UNCA de Coronel Oviedo. Todas las promociones anteriores a la nuestra salían únicamente con una constancia de que se hacía una residencia aquí”. 

¿Qué perspectivas profesionales tienen tras esta residencia?

Dr. Vera:

“Ahora tenemos en perspectiva realizar la pasantía rural según las reglas de la Comisión Nacional del Residencias Médicas (CONAREM).  Vivimos en la incertidumbre de a dónde vamos a ir. Si vamos a trabajar como cirujanos oncológicos, lo ideal es que nos envíen a una ciudad cabecera donde tengan terapia intensiva y anestesia general.  Si te envían a un lugar donde sólo hay anestesia raquídea, por ejemplo, te vas a sentir frustrado como profesional; te formaste en algo tan grande y te ves reducido”.  

Dr. Martínez:

“Es preciso rever las políticas de descentralización de médicos residentes. Para que nos envíen donde realmente seamos útiles.  Nosotros salimos como una sub-especialidad  de la cirugía que es la oncología quirúrgica. Sería lo mejor que nos envíen  lugares donde existe un tomógrafo, laboratorio de anatomía patológica, quirófanos de alta complejidad, o terapia intensiva, o un equipo quirúrgico que te pueda respaldar en grandes cirugías, que es para lo que nos entrenaron en el INCAN”. 

Dr. Vera:

“También sería muy importante que se establezca una política de incorporación de médicos egresados de la esta residencia al plantel del INCAN. A mí no me gustaría alejarme de este hospital. Yo le quiero mucho. El mecanismo de selección puede darse por méritos”.

¿Por qué tipos de trabajo médico han pasado hasta llegar a su cuarto año de residencia?

Dr. Vera

“Hemos pasado por la atención a pacientes de urgencia, internados de piso, consultorio de cirugía, quirófano”.    

Dr. Martínez:

“Esta es nuestra  casa por las horas de trabajo que hemos pasado aquí pero también porque hemos creado un lazo de familia con los médicos de staff y con las licenciadas en enfermería que son nuestras madres durante la residencia. De ellas también hemos aprendido mucho”. 

Durante su residencia han publicado numerosos trabajos científicos

Dr. Martínez:

“Sí. Los residentes hemos representado al INCAN con nuestros artículos en congresos  y revistas científicas nacionales e internacionales”.