Año nuevo, nuevos hábitos saludables

Aprovechemos el inicio de un nuevo año para cambiar de manera positiva nuestra vida. 
Cambiar nuestros hábitos alimenticios, de higiene y en general, nos ayudará a tener una vida más sana y sin mayores preocupaciones. 


Ya estamos a mitad del primer mes del año, el verano y las nuevas oportunidades ya están aquí, por eso es momento de aprovechar y renovar nuestros hábitos. Hábitos de higiene, alimenticios, de actividades físicas y todos los que sean necesarios para mejorar nuestra calidad de vida.

Hoy, que es cada vez más difícil apartarnos del sofá, pues contamos con todas las comodidades, aplicar un hábito saludable se vuelve un poco más dificultoso y requiere una mayor fuerza de voluntad.

Para lograr un verdadero cambio de hábito se debe hacer un plan para saber qué camino seguir en todo momento.

1.    La idea de iniciar la jornada de una manera saludable arranca desde que nos levantamos de la cama, con los cuidados básicos; baño, cepillado de dientes, un desayuno saludable además podemos agregar una revisión rápida de nuestro entorno, a modo de prevenir la proliferación de insectos como cucarachas y otros, así como también la aparición del peligroso Aedes, mosquito transmisor de enfermedades como el Dengue, Zika y Chikungunya.

2.    En cuanto al desayuno, este debe contener cereales, leche o productos lácteos y fruta y/o verduras frescas, según lo indican desde el Departamento de Nutrición del Instituto de Bienestar Social. Todo esto es de fácil adquisición, o sea, se pueden encontrar en cualquier local de ventas, así que no existen excusas.

3.    Si no se acerca caminando a su lugar de trabajo, utilice todas las oportunidades de caminar, escaleras en vez de ascensores, caminar más cuadras, ya que la actividad física provoca beneficios que impactan de manera integral en la salud física y mental de las personas de todas las edades, indican desde la OPS.

Una vez en el trabajo o casa de estudio trate de realizar ejercicios cortos denominados “Ejercicios de Pausa Activa”, que consisten específicamente en ejercicios de estiramiento, respiración, fortalecimiento y postura. Esta recomendación lanzada por la OPS/OMS tiene como objetivo que los trabajadores recuperen las energías y logren un desempeño eficiente. Los ejercicios deben compensar la fatiga muscular y el cansancio generado por el trabajo.

4.    En el almuerzo incluya más verduras de lo acostumbrado, por lo que las ensaladas siempre deben estar presentes en la mitad del plato. La otra mitad se completa con proteínas (carnes magras, vacuna, de pollo, pescado, huevo) y carbohidratos preferentemente complejos (arroz, fideos, papa, batata, mandioca, harina de maíz). La bebida ideal para acompañar la comida es el agua, y como postre se puede optar por una fruta de estación. No olvide qué para que la comida resulte saludable y agradable, no solo se deben tener en cuenta cuestiones dietéticas, sino también, que se dedique un mínimo de 40 minutos al almuerzo, que se coma despacio y se mastique bien cada bocado.

Durante su jornada, haga una constante el beber 3 litros de agua por día. Para hidratarte, elija agua en lugar de bebidas gaseosas y/o azucaradas.

5.    Para la merienda se recomienda algo parecido al desayuno, integre a su dieta lácteos, cereales y frutas, así mismo puede agregar jamón, mermelada, miel, panes integrales o tostadas.

Una vez llegado a su hogar relájese un momento y de ser posible haga alguna actividad física, caminatas, bicicleta u otros. Si va salir de casa, protéjase del clima.

6.    Mantenga limpio todos los espacios en los que se encuentra, el parque, plaza, calle, su habitación, cocina, baños, etc.

7.    Siguiendo con las comidas. En la cena se pueden incluir yogures y frutas. Es imperioso que evite las comidas pesadas. Adhiera proteínas con bajo contenido en grasa, carne magra, leche descremada, quesos, etc., e hidratos de carbono también con bajo contenido en grasas como pan, cereales, galletas, pastas, arroz y verduras preparadas. Cene al menos dos horas antes de acostarse. Coma liviano ya que luego no se realizará ninguna actividad física, el cuerpo permanecerá en reposo, es lo que indican los estudios emitidos por la OPS.

8.    Al acabar su día tenga en cuenta que el sueño es más que importante. Según la Organización Mundial de la Salud, la falta de descanso puede producir problemas gástricos, incremento del apetito y desequilibrio en el rendimiento. Por ello se insiste en que dormir no es un placer sino una necesidad.

Para evitar problemas de sueño evite el té, el café o el alcohol, así como el chocolate o las bebidas energizantes. Sin embargo un efecto contrario ocurre con la consumición de lácteos, ya que promueve la formación de serotonina, y esta se traduce en una sensación de bienestar.

Finalmente la recomendación de siempre, visite a su médico de manera regular. Aproveche los centros asistenciales que brinda el Ministerio de Salud que son gratuitos y de fácil acceso.