¡Cuidado mamá! No confundas un resfrío o alergia con la sinusitis

Si tu niño presenta síntomas como congestión nasal y goteo, tos, dolor de garganta o cabeza, pérdida del olfato y fiebre podría tener sinusitis.  Existen dos tipos, crónica y aguda por lo que se recomienda la visita al médico ante cualquiera de las manifestaciones para su oportuno y adecuado tratamiento. 


La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales que puede ser causada por un hongo, una bacteria o un virus. Los cambios bruscos de temperatura que generalmente son comunes en nuestro país, son el escenario ideal para la misma y a veces, sus síntomas se confunden con un resfriado o alergia.

Si tu hijo o hija presenta congestión y secreción nasal, dolor de cabeza o garganta, pérdida del sentido del olfato, una tos que se intensifica durante la noche, dolor intenso detrás de los ojos, fiebre alta durante varios días, entre otros síntomas podría tener sinusitis. 

Cuando se trata de sinusitis aguda, los síntomas están presentes durante aproximadamente cuatro semanas, y es causada por bacterias. En el caso de ser crónica la hinchazón y la inflamación de los senos paranasales permanecen durante más de tres meses y la causa de la misma pude ser hongos o bacterias.

Aunque no son causas directas de la enfermedad, según especialistas existen otros factores que aumentan el riesgo de contraerla tales como: la rinitis alérgica, sistema inmunitario débil, asistencia a guarderías, adenoides grandes, entre otros. 

De manera a determinar qué tipo y la causa de la enfermedad en tu niño y para su tratamiento adecuado, se recomienda la consulta al servicio de salud más cercano. Una vez que haya sido diagnosticado puedes poner en práctica los siguientes cuidados:

Varias veces al día aplicarle paños húmedos y calientes en la cara, hacer que inhale vapor 2 a 4 veces al día, limpiarle los senos nasales y hacer que beba mucho líquido para diluir el moco.

Para prevenir la enfermedad de tipo respiratoria, insistí en que coma muchas frutas y verduras ya que son ricas en antioxidantes, sustancias que ayudan a reforzar el sistema inmunitario y que el cuerpo resista a infecciones. Si padece de alguna alergia hazla tratar de manera inmediata y adecuada. Fomenta en tu niño el lavado frecuente de manos y el consumo habitual de líquidos.