Una joven embarazada, vestida con túnica y velo, ingresó a la sala de urgencias, acompañada de un hombre. Ambos pedían refugio para pasar la noche porque la mujer había iniciado el trabajo de parto; sin embargo, solo tuvieron cobija en un pequeño establo. El niño nació y la alegría en el lugar creció.
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La celebración del nacimiento fue con bailes y músicas. Unos 50 médicos residentes de pediatría del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” ingresaron a Urgencias, se unieron al pesebre y cantaron “Noche de paz”. Rápidamente, aquella sala de espera, silenciosa y angustiante, se llenó de gente –médicos, enfermeros, personal de aseo, niños, jóvenes, adultos- que aplaudían, cantaban y disfrutaban la representación festiva navideña.
Luego fue interpretado “Dos trocitos de madera”, letra y música del recordado compositor, Maneco Galeano. Este villancico levantó aún más el entusiasmo, pues aparecieron cuatro doctoras, vestidas con trajes alegóricos de danza paraguaya. Los aplausos no se hicieron esperar y algunas personas más extrovertidas se animaron a acompañar el canto de los médicos, desde sus asientos; mientras que los más tímidos, movían las piernas y brazos al son de la melodía.
El montaje escénico, que contó con un gran equipo de audio, fue gracias a la colaboración de Don Rubén Cabrera, propietario de CC Audio. Cabrera expresó que hace cuatro años acompaña a los residentes en esta actividad y que siempre sale reconfortado pues ve médicos integrados, que ofrecen calidez y regalan buenas emociones, en un sitio donde hay dolor.
La serenata navideña se convirtió en una tradición que realizan los médicos residentes del Acosta Ñu, desde hace cuatro años. con la intención de levantar el ánimo a varias familias que por diversas razones pasaran las fiestas en un cuarto de hospital.