Cepillado nocturno: no olvidar en época de vacaciones

En estas fechas de vacaciones y viajes, el consumo de comidas en varios horarios y sin cepillarse puede contribuir a la aparición de caries.
El cepillado antes de acostarse debería realizarse de la manera más exhaustiva posible: durante 2 minutos y siempre acompañado de limpieza interdental. 


En el verano, época de mayor consumo de alimentos fríos y en distintos horarios, se recomienda seguir ciertos criterios a fin de mantener la salud de los dientes y de la boca en general.

El consumo de comidas en varios horarios y sin cepillarse puede contribuir a la aparición de caries en una boca sana, por eso no hay que olvidar el cepillado constante, sin olvidar el uso del hilo dental.

Durante el verano puede aumentar el riesgo de acumulación de placa bacteriana y un empeoramiento en la salud gingival, al disminuir la frecuencia del cepillado o bien porque este no se realiza de la manera habitual.

Si no se tiene la posibilidad de realizar el cepillado después de cada comida, el cepillarse los dientes en horario nocturno es algo imprescindible, así como el cepillado después del desayuno. El cepillado antes de acostarse debería realizarse de la manera más exhaustiva posible: durante 2 minutos y siempre acompañado de limpieza interdental. 

Es muy común además de falta de higiene bucal, un incremento en la ingesta de bebidas alcohólicas y/o del consumo de tabaco, probablemente junto a los problemas periodontales va a aparecer o a empeorar la halitosis. Para evitar el mal aliento, además de mantener una buena higiene oral, es muy importante una ingesta frecuente de agua que ayude a mantener el flujo de saliva y la hidratación de la mucosa oral. 

Si se siente alguna molestia al consumir alimentos fríos o calientes, esto puede indicar la presencia de caries o problemas en las encías.

Además para conservar una boca sana se aconseja el consumo de frutas de estación ya sea en preparados o jugos, consumo de agua y del correcto cepillado luego de cada comida.

Desarrollar el hábito de higienizar los dientes desde temprana edad, hacer uso del hilo dental, aplicación de flúor, evitar el consumo de alimentos ricos en azúcar refinada y consultar periódicamente al odontólogo contribuye a mantener una boca sana.