Le detectaron un tumor de alto riesgo cuando tenía apenas dos años de vida. Pasó por una cirugía y sesiones de radioterapia y quimioterapia. Hoy, con 17 años de edad, ya terminó la secundaria.
Fernando (17) volvio a ingresar al hospital, esta vez, para saludar a los medicos que le salvaron la vida hace mas de 10 anos. El reencuentro se torno emocionante, pues revivio la historia del nino que alguna vez llego en estado de gravedad, vencio al cancer y, proyecto su vida a cumplir varias metas.
En verdad, Fernando no tiene recuerdos del tratamiento, de lo que sintio luego de cada quimioterapia, pero si de aquellas idas y vueltas al hospital para controlar que las celulas malignas hubieran desaparecido por completo. Su historia de lucha contra el cancer inicio poco antes de cumplir 3 anos.
“El cancer en si es una guerra, pero cada quimioterapia es una batalla que tienen que enfrentar para vencer”, le dijo la doctora a la madre, y esta frase fue su motor para seguir llevando a su hijo a cada sesion, pese a los dolores y malestares, propios de cada tratamiento. “Sabia que era el unico camino para ver a Fernando crecer”, dice Margarita Barrios, quien agrega a esta historia que el cancer no solo se trata de una enfermedad y un tratamiento, dice que va mucho mas alla de lo que estamos acostumbrados a ver.
Llego al Hospital Pediatrico “Ninos de Acosta nu” con su hijo –en ese entonces de dos anos y pocos meses- en brazos, descompensado, sin saber que en pocas horas le darian la noticia de que se trataba de un tumor, neuroblastoma, estadio III, de alto riesgo. Margarita, quedo shockeada, porque en el otro hospital, donde contaba con seguro, y donde llevaba a su bebe por los constantes episodios de fiebre, nunca le pudieron detectar, pese a que lo controlaron desde el dia de su nacimiento.
Recuerda que fue un golpe demasiado grande. “La palabra cancer era muy fuerte. Lejos de encontrar apoyo en las personas conocidas, encontraba miradas de penas y palabras de desaliento, con historias de conocidos que habian muerto a causa de la enfermedad”. Margarita menciona que encontro paz con las madres de otros ninos que atravesaban por la misma situacion, en aquellas, que despues de mucha perseverancia tanto en tratamiento como en los cuidados, habian logrado vencer al cancer.
Luego del diagnostico medico, Fernando paso por una cirugia, varias sesiones de quimioterapia y radioterapias, dias de internacion y anos de controles de rutina. Cada dia, fue un desafio que enfrentaron con optimismo.
El ano pasado culmino la secundaria, aun se encuentra indeciso por la carrera a seguir, pero dice que definira entre analisis de sistema o fisioterapia.
Cambios que muchas personas no lograron comprender
Despues de llorar y asimilar la situacion, en la casa planificaron un nuevo estilo de vida. El padre de Fernando siguio con sus labores y brindo seguridad economica; la madre renuncio a su trabajo para acompanar a su hijo durante el tratamiento y posterior recuperacion; la hermana mayor renuncio a ir a fiestas de cumpleanos, en muchas ocasiones, cuando sabia que su hermanito estaba con las defensas bajas, entonces se encargaba de jugar con el; tambien de copiar todas sus tareas escolares cuando no podia acudir a clases.
Fueron cuidando detalles que eran importante para mantener a Fernando a salvo, como restringir visitas, incluso de familiares cercanos; situacion poco comprendida, pero necesaria para resguardar la salud, especialmente cuando notaban que las defensas no estaban preparadas para dar una gran batalla ante nuevos germenes.
Margarita, al llegar al hospital “Acosta nu”, del brazo de su hijo, expreso que lo mas importante para ellos fue encontrar buenos profesionales, pero, sobre todo, humanitarios. Dice haber hallado, en el equipo del Pediatrico, una familia que le brindo apoyo emocional durante todo el proceso de lucha contra el cancer.