Cinco pasos son suficientes para reducir los riesgos de enfermedades diarreicas y respiratorias, siempre en momentos específicos, tales como después ir al baño o antes de manipular alimentos.
Lavarse las manos es como una vacuna
“autoadministrada”. Implica cinco pasos simples y eficaces (mojar, enjabonar,
frotar, enjuagar, secar) que puede seguir para reducir la propagación de
enfermedades diarreicas y respiratorias, a fin de mantenerse saludable. El lavado de manos regular,
particularmente antes y después de ciertas actividades, es una de las mejores
maneras de evitar enfermarse, eliminar los microbios y prevenir transmitirlos a
otras personas. Cuándo
lavarse las manos Antes, durante y después de preparar la
comida. Antes de comer. Antes y después de atender a alguien que
esté enfermo. Antes y después de tratar una cortadura o
herida. Después de ir al baño. Después de cambiarle los pañales a un niño
o limpiarlo después de que haya ido al baño. Después de soplarse la nariz, toser o
estornudar. Después de tocar animales, sus alimentos o
sus excrementos. Después de manipular alimento o golosinas
para mascotas. Después de tocar basura. ¿Qué
debe hacer si no tiene jabón ni agua corriente limpia? En la mayoría de las situaciones, lavarse
las manos con agua y jabón es la mejor forma de reducir la cantidad de
microbios que tienen. Si no cuenta con agua ni con jabón, use un desinfectante
de manos a base de alcohol que contenga, al menos, un 60 % de alcohol. En
algunos casos, los desinfectantes de manos a base de alcohol pueden reducir
rápidamente la cantidad de microbios que se encuentran en las manos, pero no
eliminan todos los tipos de microbios.
Los desinfectantes de manos no son tan
eficaces cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas.