Las delegaciones de los países que participan en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud aprobaron una serie de resoluciones sobre seguridad del paciente, atención de urgencia y traumatología, y agua y saneamiento. También acordaron la adopción de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
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A continuación se presenta un resumen de
las principales decisiones adoptadas el sábado 25 de mayo en la 72ª Asamblea
Mundial de la Salud.
Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE-11)
Los Estados miembros acordaron, este 25 de
mayo, adoptar la undécima revisión de la Clasificación Estadística
Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11),
que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
La CIE es la base para la identificación
de tendencias y estadísticas de salud a nivel mundial, y el estándar
internacional para reportar enfermedades y afecciones de salud. Es el estándar
de clasificación diagnóstica para todos los fines clínicos y de investigación.
La CIE define el universo de enfermedades, trastornos, lesiones y otras
afecciones de la salud.
La CIE también captura factores que
influyen en la salud, o causas externas de mortalidad y morbilidad,
proporcionando una visión holística de todos los aspectos de la vida que pueden
afectar la salud.
Comprender qué es lo que hace que las
personas se enfermen, y qué es lo que eventualmente las mata, es el núcleo del
mapeo de las tendencias de las enfermedades y las epidemias, de las decisiones
sobre cómo programar los servicios de salud, asignar los gastos de atención
médica e invertir en mejorar las terapias y la prevención. La CIE-11 también
está lista para darle muchos usos, incluyendo el registro clínico, la atención
primaria, la seguridad del paciente, resistencia a los antimicrobianos,
asignación de recursos, reembolso, además de estadísticas de mortalidad y
morbilidad.
La CIE-11 se ha actualizado para el siglo
XXI y refleja avances críticos en la ciencia y la medicina. Puede estar bien
integrado con las aplicaciones sanitarias electrónicas y los sistemas de
información. Esta nueva versión es totalmente electrónica, permite registrar
más detalles y es mucho más fácil de usar e implementar, lo que dará lugar a
menos errores y costos, y hará que la herramienta sea mucho más accesible,
especialmente para configuraciones de bajos recursos.
Los Estados miembros señalaron que la
CIE-11 se ha producido de manera transparente y colaborativa.
Seguridad del paciente
Las delegaciones de los Estados miembros
que participan en la Asamblea Mundial de la Salud también se comprometieron a
reconocer la seguridad del paciente como una prioridad de salud clave y a tomar
medidas concertadas para reducir el daño al paciente en entornos de atención
médica.
La Asamblea Mundial de la Salud también
respaldó el establecimiento del Día Mundial de la Seguridad del Paciente para
el 17 de septiembre, y solicitó a la OMS que brinde apoyo técnico a los países
para crear capacidades nacionales que permitan evaluar, medir y mejorar la
seguridad del paciente.
La Asamblea solicitó a la OMS que formule
un plan de acción global para la seguridad del paciente en consulta con los
países y todas las partes interesadas pertinentes, para mejorar y garantizar la
seguridad del paciente a nivel mundial.
El daño al paciente debido a eventos
adversos es una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel
mundial. Se calcula que anualmente se producen 134 millones de eventos adversos
debido a la atención insegura en hospitales en países de ingresos bajos y
medianos, que contribuyen a 2,6 millones de muertes, mientras que 1 de cada 10
pacientes se ve perjudicado al recibir atención hospitalaria en países de
ingresos altos.
Reconociendo que la seguridad del paciente
es fundamental para la prestación de asistencia de salud y la provisión de una
cobertura universal de salud, la OMS y el Reino Unido lanzaron conjuntamente
una colaboración mundial por la seguridad del paciente. El objetivo de esta
iniciativa es asegurar y ampliar la acción mundial sobre la seguridad del
paciente y colaborar estrechamente con los países de ingresos bajos y medios
para reducir los daños evitables al paciente y mejorar la seguridad de sus
sistemas nacionales de atención de salud.
Atención de urgencias y traumatología
Los Estados miembros acordaron allanar el
camino para servicios mejores y más rápidos para afecciones de salud que
requieren ser atendidas de urgencia, incluidas lesiones, ataques cardíacos, salud
mental, infecciones o complicaciones del embarazo.
Un sistema de atención de emergencia
funcional es esencial para la cobertura universal de salud, e invertir en
atención de primera línea salva vidas, aumenta el impacto y reduce los costos
en otras partes del sistema de salud.
Los Estados miembros destacaron que la
puntualidad es un componente esencial de la atención de calidad, y que se
podrían prevenir millones de muertes y discapacidades a largo plazo si existen
servicios de atención de emergencia y los pacientes llegan a tiempo.
Los pasos acordados para fortalecer la
atención de emergencia de los países incluyen el desarrollo de políticas para
la financiación sostenible, la gobernanza y el acceso universal a la atención
de emergencia para todos, y la integración de la atención de emergencia en la
prestación de servicios de salud y las estrategias de capacitación en todos los
niveles. Los Estados miembros también adoptaron el uso de la evaluación del
sistema de atención de emergencia de la OMS para identificar brechas y
prioridades relevantes para el contexto.
Agua, saneamiento e higiene.
Los Estados miembros acordaron una nueva
resolución para mejorar los servicios de agua potable, saneamiento e higiene
(WASH) en los establecimientos de salud de todo el mundo. La resolución insta a
los países a priorizar las intervenciones que aseguren agua, saneamiento e
higiene, para una atención médica más segura en todo el mundo, en consideración
a que se tratan de medidas críticas para prevenir la propagación de
infecciones, reducir las muertes maternas y neonatales y lograr una cobertura
universal de salud.
En la actualidad, 1 de cada 4 centros de
salud carece de servicios básicos de agua y 1 en 5 no cuenta con servicios de
saneamiento, lo que afecta a 2 mil millones y 1,5 mil millones de personas respectivamente.
Además, muchos no tienen instalaciones de higiene de manos y carecen de
sistemas para la segregación segura y la eliminación de desechos. Se estima que
el 15% de los pacientes a nivel mundial desarrollan una o más infecciones
durante una estancia hospitalaria, con el mayor riesgo en los países de bajos
ingresos.
Por esa razón la resolución pide a los
Estados miembros que desarrollen planes de trabajo nacionales, establezcan e
implementen estándares e inviertan en sistemas para apoyar los servicios
sostenibles de WASH. También solicita a la OMS que brinde liderazgo, que ayude
a movilizar recursos para la inversión, que informe sobre el progreso global y
en emergencias, que ayude a coordinar e implementar el control y la prevención
de infecciones e WASH en la atención médica.