El cáncer de mamas puede aparecer en cualquier momento y una detección temprana permite un tratamiento oportuno que puede salvar vidas.
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El cáncer de mama es una enfermedad en la
que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la mama. En la mayoría de los casos se origina en las
células de los lobulillos, que son las glándulas productoras de leche, o en los
conductos, que son las vías que transportan la leche materna desde los
lobulillos hasta el pezón. Es menos frecuente que el cáncer de mama se origine
en los tejidos estromales, que abarcan a los tejidos conjuntivos grasos y
fibrosos de la mama.
Los signos de alarma de un cáncer de mama
se manifiestan en cambios en la forma y tamaño y apariencia de la mama. Para
detectar y diagnosticar un cáncer de mama, consulte periódicamente con su
médico Mastólogo o Ginecólogo, a modo de efectuar pruebas que examinan las
mamas.
Las principales medidas de detección del
cáncer de mama recomendadas por el Ministerio de Salud son la consulta médica
regular, más aún desde los 40 años o con antecedentes familiares; la
realización de estudios de diagnósticos por imágenes; y el reconocimiento de las
mamas mediante un auto examen.
La detección temprana de un cáncer de mama
es determinante para que existan posibilidades de curación o control de la
enfermedad. Es también clave para
desarrollar un tratamiento menos agresivo, que permita, por ejemplo, en el caso
de un tratamiento quirúrgico, y conservar la mama.
Esta enfermedad afecta principalmente a
las mujeres. Sin embargo, los hombres también pueden desarrollarla.
Es por eso que este año, el Ministerio de
Salud Pública y Bienestar Social lidera la estrategia “Cuidate, regalate vida
con el control anual”, en el marco de mes de concienciación sobre Cáncer de
mamas, Octubre Rosa 2019.