Mascarilla: la barrera de protección frente al COVID-19

Si bien no reduce a cero el riesgo de infección, las probabilidades de contagio disminuyen notablemente durante el uso correcto. La mascarilla (tapaboca) debe cubrir completamente la boca y la nariz.

A partir del pasado viernes 27 entró en vigencia el uso obligatorio de mascarilla desde los 6 años de edad en espacios públicos y privados. El doctor Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud refiere que el uso obligatorio de la mascarilla se aplicará en lugares donde no se pueda mantener el distanciamiento físico requerido (sean espacios abiertos o cerrados) y preferentemente en lugares cerrados.

Explica que la mascarilla es de gran utilidad en esta pandemia; sirve para disminuir la capacidad de contagio en un 50% y como protección alrededor de 70%. “Si todos usamos tapabocas la efectividad contra el virus llega a 70 u 80%. El 20% restante se complementa con la distancia física, el lavado de manos y manteniendo los ambientes ventilados, llegando de esta manera al 99% de protección", puntualiza. 

Anuncia que la normativa contará con reglamentación donde se añadirán algunas especificaciones.

Por su parte, la doctora Viviana de Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles señala que la mascarilla de tela lavable debe cambiarse a diario; lo ideal es hacerlo cada 4 horas o hasta que se humedezca, por lo que se aconseja contar siempre con al menos una muda.

“Si uno va a estar fuera de casa por un tiempo prolongado (de 8 a 10 horas), debido a la jornada laboral, es recomendable tener de repuesto de 3 a 4 mascarillas, sobre todo en esta época de intenso calor, puesto que la mascarilla se humedece rápidamente con el sudor”, explica.

Al momento de realizar el cambio de mascarilla, el ya utilizado deberá colocarse en una bolsa plástica para lavarla al llegar a la casa, antes colocarse la mascarilla limpia, lavarse las manos.

La desinfección de la mascarilla de tela lavable debe realizarse diariamente con agua y jabón, mediante el lavado a mano o en lavadora automática donde se puede lavar juntamente con la ropa que se trae de la calle. Es importante no mezclarlo con prendas de otros miembros de la familia. Una vez seca la mascarilla, plancharla antes de colocarse.

No se recomienda rociar alcohol a la mascarilla, puesto que podría causar irritación de las mucosas y hasta intoxicación, de acuerdo a la cantidad de alcohol que se haya rociado al textil.

Por ser un elemento de uso personal, la mascarilla no debe prestarse ni compartirse con otra persona.

El uso incorrecto de la mascarilla puede agravar el riesgo de contagio.

Mascarilla quirúrgica

De Egea menciona que las personas que trabajan y asisten a los establecimientos de salud deben utilizar mascarilla quirúrgica, debido al alto riesgo de exposición que se verifica en los centros asistenciales.

Para ir a la consulta médica, se indica que, tanto la persona que va a consultar, como el acompañante deben usar mascarilla quirúrgica.