Leche materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé

En el primer semestre de vida, el bebé no necesita consumir agua, ni té, ni leche de fórmula. La leche materna le provee todo lo que necesita, es el único alimento confi¬able y seguro porque está siempre disponible, a la temperatura correcta y no necesita preparación.

La leche espesa y amarillenta que la madre produce inme¬diatamente después del parto, y que dura los primeros cinco a siete días, es el calostro, un alimento perfecto para el bebé, muy nutritivo que lo prote¬ge contra las infecciones. El calostro se produce en la cantidad que el bebé necesita y ayuda a eliminar las primeras heces (caca).

No se recomienda dar al bebé otro líquido que no sea calostro, como agua azucarada, suero glucosado, té, jugo u otra leche, ya que puede retrasar la producción del calostro y aumentar la probabilidad de diarrea u otras infecciones.

Durante los primeros 6 meses de vida, la leche materna es lo mejor para el bebé y no necesita ningún otro alimento. Este alimento es natural, renovable y ambientalmente seguro, es un excelente ejemplo de la conexión entre la salud humana y los ecosistemas de la naturaleza. 

La reciente “Semana Nacional de la Lactancia Materna 2022” (8 al 14 de agosto) resaltó los beneficios de la lactancia materna exclusiva: 

Brinda todas las sustancias nutritivas que necesita el bebé para un buen crecimiento y desarrollo durante los primeros seis meses de vida. 

Proporciona protección contra las infecciones gastrointestinales, respiratorias y del oído. Las diarreas son menos frecuentes y cuando ocurren son más leves y la recuperación es más rápida.

Mejora el desarrollo del lenguaje y maduración de la masticación 

Menor riesgo de desarrollo en la edad adulta, de enfermedades crónicas y cardiovasculares (obesidad, diabetes tipo 1y2, accidente cerebro vascular – ACV).

Satisfacción psicológica para la madre, reforzando el cariño entre ambos.

Ayuda a reducir el riesgo de hemorragia uterina y favorece el retorno progresivo del útero a su tamaño inicial.

Contribuye a espaciar el embarazo (periodo intergenésico), si la lactancia exclusiva es constante tanto de día como de noche durante los seis meses.

Disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario, y cuando ocurren la agresividad es menor.

Favorece a la integración de la familia, disminuye el riesgo de violencia doméstica y maltrato infantil.