Es importante trabajar a lo largo de toda la cadena de producción, desde los agricultores y fabricantes hasta los vendedores y consumidores, para disponer de alimentos inocuos, esenciales para la salud y el bienestar de las personas.
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Los alimentos aptos para el consumo ayudan a aprovechar plenamente sus valores nutricionales, así como los beneficios mentales y sociales de compartir un acomida inocua, uno de los elementos fundamentales que garantizan el cuidado de la buena salud.
Los cuadros de enfermedades asociadas a una incorrecta selección, conservación, manipulación y preparación de los alimentos son frecuentes y, en muchas ocasiones, graves.
Ante ese contexto, el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) recuerda las cinco claves de la Organización Mundial de la Salud para la inocuidad de los alimentos. Éstas son: la limpieza, la separación de los alimentos crudos de los cocinados, la correcta cocción de alimentos, la correcta conservación y el uso de agua y alimentos seguros.
1- Mantenga la limpieza: porque en la tierra, el agua, los animales y la gente se encuentran microorganismos peligrosos que causan enfermedades. Los microorganismos son llevados de una parte a otra por las manos, los utensilios, ropa, trapos de limpieza, esponjas. Todo elemento de cocina no higienizado adecuadamente puede contaminar los alimentos, por eso:
- Lávese las manos antes de preparar alimentos y, varias veces, durante la preparación.
- Cuide la higiene personal.
- Lávese las manos después de ir al baño.
- Lave y desinfecte todas las superficies, los utensilios y equipos usados en la preparación de alimentos.
- Proteja los alimentos y las áreas de la cocina del ingreso de insectos, mascotas y otros animales. Guarde los alimentos en recipientes cerrados.
2- Separe los alimentos crudos de los cocinados: los microorganismos pueden contaminar otros alimentos, comidas cocinadas o listas para comer durante su preparación o conservación, así que:
- Separe siempre los alimentos crudos de los cocinados y de los listos para comer.
- Use equipos y utensilios, como cuchillos y tablas de cortar diferentes, para manipular carne, pollo y pescado de otros alimentos crudos, como verduras y frutas.
- Mantenga los alimentos en recipientes separados, a fin de evitar contacto entre crudos y cocinados.
3- Cocine completamente: la correcta cocción mata casi todos los microorganismos peligrosos. Cocinar el alimento hasta que todas las partes alcancen 70 °C garantiza la inocuidad para el consumo. Se requiere especial control de la cocción de trozos grandes de carne, pollo entero y carne molida.
La comida preparada, no consumida y guardada debe ser recalentada completamente antes de su consumo, para matar los microrganismos.
4- Mantenga los alimentos a temperaturas seguras: si el alimento es conservado a temperatura ambiente, los microorganismos se multiplican más rápidamente. En cambio, por debajo de los 5 °C, o por encima de 65 °C, la multiplicación de microorganismos se hace más lenta o se detiene.
- No deje alimentos cocinados a temperatura ambiente por más de dos horas.
- Enfríe lo más pronto posible los alimentos cocinados y los preparados, y manténgalos por debajo de 5 °C.
- Mantenga la comida bien caliente, por encima de 65 °C.
- No guarde las comidas preparadas por mucho tiempo, ni siquiera en la heladera.
- No descongele los alimentos a temperatura ambiente.
5- Utilice agua y alimentos seguros: en los alimentos y el agua, incluyendo el hielo, se pueden encontrar microorganismos y sustancias químicas peligrosas, por este motivo debemos tener cuidado en la selección de los mismos. El consumo y utilización del agua potable o tratada ayuda a prevenir enfermedades:
- Utilice agua potable o asegúrese de potabilizarla para su consumo y antes de la preparación de alimentos.
- Seleccione los alimentos sanos y frescos.
- Elija alimentos ya procesados, como leche pasteurizada, en lugar de leche cruda.
- Lave correctamente las frutas y verduras, especialmente si se comen crudas.
- No utilice ni consuma alimentos después de su fecha de vencimiento.