· La cifra incluye a nacimientos atendidos en todos los servicios integrados al registro único regional.· Profesionales destacan la importancia de la planificación del embarazo y el control prenatal para asegurar la salud del recién nacido.
Entre enero y noviembre de este año, se registraron 10.415 nacimientos en Alto Paraná, de acuerdo al informe del Departamento de Bioestadísticas de la X Región Sanitaria – Alto Paraná. El dato reúne los partos atendidos tanto en el sector público como en sanatorios privados, el Instituto de Previsión Social y la Fundación Los Ángeles, servicios integrados al registro único regional. En el mismo periodo, se reportaron 124 muertes neonatales, correspondientes a recién nacidos que fallecieron poco después del parto debido a complicaciones asociadas a diversas enfermedades. La jefa de Obstetricia de la región sanitaria, Zulma Maidana, explicó que las cifras incluyen a todos los nacidos vivos hasta el 30 de noviembre y destacó la importancia de un adecuado acompañamiento médico antes y durante la gestación. Señaló que la planificación del embarazo es fundamental para identificar condiciones de riesgo, corregir déficits nutricionales y controlar enfermedades preexistentes que podrían comprometer la salud de la madre y del bebé. Los profesionales recuerdan que el control prenatal debe iniciarse de manera temprana e incluir estudios básicos como control de presión arterial, análisis laboratoriales, ecografías, evaluación del crecimiento fetal y seguimiento del bienestar materno, entre otros. Este proceso permite detectar a tiempo complicaciones como hipertensión, diabetes gestacional, anemia o infecciones que podrían influir en el desarrollo del embarazo y en el resultado perinatal. La preparación preconcepcional ofrece una ventaja decisiva para un embarazo más seguro, ya que permite a la mujer recibir orientación sobre hábitos saludables, vacunación, suplementación vitamínica y manejo de condiciones crónicas antes de la concepción. Maidana añadió que estos cuidados contribuyen directamente a mejorar los indicadores de salud materno-infantil y a reducir riesgos que pueden derivar en nacimientos prematuros o en desenlaces adversos. La profesional reiteró que la combinación de planificación, controles prenatales oportunos y seguimiento constante sigue siendo clave para garantizar nacimientos saludables.
