Fiebre Amarilla

¿Qué es?
La fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica vírica transmitda por los mosquitos que es endémica en las zonas tropicales de África y América del Sur. El vector del virus de la fiebre amarilla en el ciclo de transmisión urbana de una persona a otra es Aedes aegypt, mientras que en el ciclo selvátco de transmisión de un mono a otro y accidentalmente de un mono a una persona intervienen distntas especies de mosquitos. No todos los mosquitos contagian la fiebre amarilla, sólo aquellos que previamente han picado a un individuo enfermo. Se llama fiebre amarilla, porque a muchos de los que se enferman se les pone la piel de ese color. Alrededor del 90% de los casos anuales de fiebre amarilla, estimados en 200 000, se producen en África, donde los brotes son frecuentes y la transmisión es tanto de ciclo urbano como selvátco. En América del Sur predomina la fiebre amarilla selvátca, como el que está sucediendo en Brasil en este momento.

¿Cómo se transmite?
En el ciclo natural selvátco la trasmisión se da entre los monos y los mosquitos y entre mosquitos infectados y humanos. En el ciclo de transmisión urbano, inicia si una persona infectada viaja a una ciudad donde está presente el mosquito Aedes aegypt comienza el ciclo de tranmisión. O sea, la persona que ha adquirido la infección en la selva se desplaza durante la fase en que el virus circula en su sangre (viremia) hacia centros urbanos con elevada densidad de Aedes aegypt, y ahí es picada por este vector que, a su vez, transmite el virus a otra persona susceptble, estableciéndose de esta forma la cadena de transmisión de la enfermedad en el medio urbano.

La gran diseminación y alta densidad de Aedes aegypt, unida al mayor desplazamiento de personas hacia diferentes zonas de la Región, son factores de riesgo de reintroducción de la fiebre amarilla en las zonas urbanas de las Américas. La prevención de la fiebre amarilla selvátca solamente es posible por medio de la vacunación.

 ¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas iniciales pueden ser similares a los de una gripe e incluir fiebre, dolor de cabeza, vómito y dolores musculares. A medida que la enfermedad progresa, sangran las encías y la orina también contiene sangre. El paciente puede también sufrir ictericia (coloración amarilla de la piel).

¿Cuál es el tratamiento?
No hay un tratamiento específco para la enfermedad. Solamente se tratan los síntomas. Por eso es importante que concurra a un Centro de Salud ante la sospecha. Allí le serán indicadas las medidas adecuadas a cada caso.

No se automedique, porque los antfebriles de uso habitual pueden ser extremadamente perjudiciales. ¿Cómo puede prevenirse? Quienes vivan en una zona de riesgo deben estar vacunados. La vacuna contra la fiebre amarilla es segura y efectva. Para personas mayores de 60 años debe evaluarse la necesidad real según exposición a área de riesgo. La protección de la vacuna comienza 10 días después de la aplicación.

En nuestro país, el Ministerio de Salud aconseja aplicarse la vacuna por lo menos 10 días antes del viaje, en especial si el itnerario incluye visitar áreas naturales. Quienes ya la hayan recibido, no deberán volver a aplicársela. Una sola dosis de la vacuna aprobada por la OMS protege de por vida. Es importante evitar las picaduras de mosquito utlizando repelentes, ropas claras y de mangas largas y pantalones largos.

Evitar permanecer en espacios abiertos durante las horas donde hay más mosquitos: desde el atardecer hasta entrada la noche. Usar repelente en abundancia y renovar la aplicación según el tpo y concentración del mismo utlizado, especialmente si se estuvo en contacto con agua o si se transpiró en abundancia. Evitar la reproducción de los mosquitos, vaciando todos los envases que acumulan agua.

Los monos también se enferman de fiebre amarilla, y a veces son los primeros en enfermarse. Por eso si vemos monos muertos o enfermos, debemos informar al Centro de Salud.

Enlaces:

OPS |   
Fiebre amarilla 

OMS |
Fiebre amarilla 

FUENTE: PAHO
http://www.paho.org/